NÚMEROS 'TRUCHOS' DE LA VERGÜENZA
El día que los socialistas simularon al INdEC
Que las encuestadoras hayan errado en sus pronósticos es una pérdida, pero que los socialistas copien al INdEC, traicionando hasta a sus propios aliados, mientras corrompían las mesas testigo, es mucho más que una vergüenza. Que ahora se quejen con Moreno... si la moral se los permite.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Más allá de la exitosa elección de Miguel del Sel y del fracaso total del candidato de la Casa Rosada, Agustín Rossi, los socialistas debieron lamentar desde temprano la magra respuesta que le daban los santafesinos en su propia provincia. Así y todo, los números le daban una segunda oportunidad para corregir errores, injusticias, políticas, o lo que sea, a lo que los ciudadanos estuvieren diciéndoles que no. Pero no lo hicieron.
¿Acaso era más importante su imagen que el voto de los santafesinos? ¿Aún más importante que dejar en ridículo a sus propios aliados políticos que le dieron el último empujón para llegar a una encima, que tras los resultados, podría decirse que no hubieran alcanzado solitos? ¿Qué ocurrió con las cifras del socialismo? ¿Qué ocurrió con la consultora Nueva Comunicación, proveedora de sondeos para el Partido?
Tendrán que analizar ahora cómo harán para apuntar a su opositor Gobierno nacional y acusar a su secuaz Guillermo Moreno de dibujar los números del INdEC.
Hace sólo días, y hasta podría contarse en horas, que el candidato presidencial y gobernador socialista Hermes Binner, quien auspició la campaña de su sucesor, criticaba duramente a Cristina Fernández por las cifras de crecimiento que mencionó en su provincia y la acusó de leer las cifras del INdEC o estar mal informada.
La respuesta tuvo se efecto. Pero, ¿cómo se puede medir la mentira? ¿Acaso hay una escala para medir "mentiras oficiales"? Si Cristina Fernández junto a Guillermo Moreno arrojan ilusorias cifras que ni ellos se creen, los socialistas arrojan otras que traicionan a sus propios aliados.
Como dice el refrán: muerden la mano de quien les da de comer...
Ayer, corrían las 9 de la noche, con el 65% de las mesas escrutadas y hasta su aliada Margarita Stolbizer mencionaba los 10 puntos de diferencia que Antonio Bonfatti le sacaba al sorpresivo Miguel del Sel. Eran los supuestos números que arrojaban las 234 mesas testigo, que los socialistas supieron erigir frente a los datos de boca de urna, y que ayer hundieron de un plumazo.
Sabían que iban a ganar, pero también sabían que su victoria apenas se anteponía a la del humorista por poco más de 3 puntos. Llegaron entonces los "consejos" expertos: los 3 puntos no escapaban siquiera a los márgenes de error. ¿Podría alguien decir que perdían la provincia? Sí, podían. Y, en cierta medida ocurrió. Pero no lo dirían. Callaron tanto como el Gobierno que critican. Peor aún, mintieron.
Podían, a cambio, corromper el único elemento real que tenían: las mesas testigo. Y lo hicieron. Enviaron datos alterados a todos. Inclusive Alfonsín recibió esos números. Todos sus socios, sin advertencia. Inflaron las mesas y su pérdida fue doble.
¿Acaso era más importante su imagen que el voto de los santafesinos? ¿Aún más importante que dejar en ridículo a sus propios aliados políticos que le dieron el último empujón para llegar a una encima, que tras los resultados, podría decirse que no hubieran alcanzado solitos? ¿Qué ocurrió con las cifras del socialismo? ¿Qué ocurrió con la consultora Nueva Comunicación, proveedora de sondeos para el Partido?
Tendrán que analizar ahora cómo harán para apuntar a su opositor Gobierno nacional y acusar a su secuaz Guillermo Moreno de dibujar los números del INdEC.
Hace sólo días, y hasta podría contarse en horas, que el candidato presidencial y gobernador socialista Hermes Binner, quien auspició la campaña de su sucesor, criticaba duramente a Cristina Fernández por las cifras de crecimiento que mencionó en su provincia y la acusó de leer las cifras del INdEC o estar mal informada.
La respuesta tuvo se efecto. Pero, ¿cómo se puede medir la mentira? ¿Acaso hay una escala para medir "mentiras oficiales"? Si Cristina Fernández junto a Guillermo Moreno arrojan ilusorias cifras que ni ellos se creen, los socialistas arrojan otras que traicionan a sus propios aliados.
Como dice el refrán: muerden la mano de quien les da de comer...
Ayer, corrían las 9 de la noche, con el 65% de las mesas escrutadas y hasta su aliada Margarita Stolbizer mencionaba los 10 puntos de diferencia que Antonio Bonfatti le sacaba al sorpresivo Miguel del Sel. Eran los supuestos números que arrojaban las 234 mesas testigo, que los socialistas supieron erigir frente a los datos de boca de urna, y que ayer hundieron de un plumazo.
Sabían que iban a ganar, pero también sabían que su victoria apenas se anteponía a la del humorista por poco más de 3 puntos. Llegaron entonces los "consejos" expertos: los 3 puntos no escapaban siquiera a los márgenes de error. ¿Podría alguien decir que perdían la provincia? Sí, podían. Y, en cierta medida ocurrió. Pero no lo dirían. Callaron tanto como el Gobierno que critican. Peor aún, mintieron.
Podían, a cambio, corromper el único elemento real que tenían: las mesas testigo. Y lo hicieron. Enviaron datos alterados a todos. Inclusive Alfonsín recibió esos números. Todos sus socios, sin advertencia. Inflaron las mesas y su pérdida fue doble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario