lunes, 17 de agosto de 2015

SCIOLI TIENE PROBLEMAS CON EL 45% Y VA POR LOS 10 PUNTOS DE DIFERENCIA

POLÍTICA / OPINIÓN
 

por CLAUDIO M. CHIARUTTINI 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). Las elecciones del domingo 09/08 confirmaron la profunda desarticulación y fragmentación del sistema político y, como resultado de ello, ni Daniel Scioli, ni Mauricio Macri, ni Sergio Massa pueden asegurar que estuvieron cerca de alcanzar sus objetivos, por más que todos salieron festejar y a asegurar que estaban en el camino buscado. 



Fue una mentira piadosa, de esas que impone el marketing político para “crear percepciones”. Daniel Scioli no llegó al 40% esperado, Mauricio Macri no quedó a menos de 10 punto porcentuales del primero y Sergio Massa no llegó a sumar 20% de votos en su persona.

Es cierto que los buenos resultados de María Eugenia Vidal y Felipe Solá “salvaron las papas” de Cambiemos y el Frente Renovador en la Provincia de Buenos Aires; pero ni el macrismo, ni el massismo se han recibido de fuerzas políticas nacionales; es más, sin el apoyo del voto radical, fuera del AMBA, ambos candidatos hubiesen protagonizado una pésima jornada. Para Daniel Scioli también fue una mala elección.

Quedó muy lejos de los votos que sumó Cristina Fernández en las PASO de 2011, apenas si saco 150.000 votos más que los 2 candidatos a Gobernador del Frente para la Victoria en su propio distrito y si no fuera por el aporte de más de 1 millón de votos del Noroeste y Noreste, Mauricio Macri lo tendría a “tiro de piedra”.

Por eso, para muchos, el Gobernador de Buenos Aires no salió fortalecido de la elección del domingo 09/08 ante el kichnerismo y, la posterior crisis que le provocó su intento de descanso en Cerdeña (Italia), en medio de la inundación, potenció esa debilidad.

 Dicen que Daniel Scioli espera, todavía, la foto con Cristina Fernández luego de ser el candidato presidencial más votado (N. de la R.: aunque sociólogos como Hugo Haime afirman que Cristina ya no le puede sumar más votos de los que le aportó y un vínculo estrecho en términos mediáticos con Cristina sólo le alejará de los votantes adicionales que precisa).

Mariano Racalde y Omar Perotti, quienes salieron terceros en sus distritos sí tuvieron la foto; lo mismo que los ganadores oficialista de las elecciones a Gobernador que se realizaron hasta ahora.

Si hasta Aníbal Fernández y Martín Sabbatella tuvieron su “minuto” para la foto con la Presidente de la Nación el martes 11/08 por la tarde...

 En La Plata consideran que la interna entre kirchnerismo y sciolismo ha comenzado, en especial, por el destrato que tuvo el candidato a gobernador de Buenos Aires del Frente para la Victoria y Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, hacia Daniel Scioli.

En parte, porque el bonaerense no lo apoyó en su carrera contra Julián Domínguez y, en parte, porque responde al escenario político que le planteó la Presidente de la Nación. Tal como se escuchó en los corrillos de la Secretaría General de la Presidencia, Aníbal Fernández es el portaaviones del kirchnerismo para llegar al 2019 si se convierte en el gobernador de Buenos Aires; y la estructura provincial será el refugio para las tropas de Cristina Fernández que buscarán controlar el territorio más importante del sistema electoral argentino y así asegurarse su supervivencia política.

Para confirmarlo: La Cámpora ha comenzado a destronar “Barones del Conurbano” con una facilidad pasmosa. Será tarea sencilla para el kichnerismo completar este esquema. Así como Daniel Scioli hace sciolismo, si fuese elegido gobernador de Buenos Aires, Aníbal Fernández hará “anibalismo” y, casi con seguridad, buscará una candidatura presidencial en 2019.

Es cierto que todavía no ganó en la provincia, algo que se le puede hacer cuesta arriba si hay acuerdo entre Cambiemos y el Frente Renovador; y que pensar a 4 u 8 años, en la política argentina, resulta una fantasía, pero los proyectos presidencialistas se piensan a largo plazo, no se pueden organizar en 2 años, tal como lo demuestra el fracaso de Sergio Massa en su intento 2015 (aunque por su edad, volverá a intentarlo más adelante).

 Una primera encuesta post-PASO, realizada por OPSM, de Enrique Zuleta Puceiro, muestra que los 3 presidenciables conservarían los votos sacados el domingo 09/08. Sin embargo, es un resultado natural a días de cerrado el escrutinio. Cuando pasen las semanas, los candidatos van a cometer errores, algunos harán negociaciones inteligentes, otros sufrirán el paso de un “cisne negro” y los votos se irán reacomodando.

Y si no, que le pregunten al equipo de campaña de Daniel Scioli que vivió con zozobra la semana anterior. A partir del lunes 17/08 estarán los primeros análisis del cruzamiento de datos de las PASO que suministran información clave para elaborar la estrategia del primer mes de carrera electoral hasta la 1a. Vuelta.

Por ejemplo, Daniel Scioli sabe que debe caminar la capital federal, Córdoba, San Luis, Mendoza y Santa Fe para reforzar su causal electoral (N. de la R.: el resto del país lo cubrirá Karina Rabolini. De paso ¿qué aporta Carlos Zannini?).

 Mauricio Macri debe decidir una estrategia de acuerdo (o no acuerdo) con el Frente Renovador (N. de la R.: Jorge Macri acaba de señalar que el 'acuerdo por la República' sería antes del balotaje pero no antes de la 1ra. vuelta).

Sergio Massa debe salir a buscar el voto peronista del delasotismo, del adolfismo, del antianibalismo. Y los 3 deberán revisar sus discursos para satisfacer a un electorado que, paulatinamente, irá demandando mayores anuncios, aclaraciones y perspectivas. El voto va a tender a concentrarse.

En carrera quedaron 6 candidatos a Presidente de la Nación, la cifra más baja desde 1983 y de las 350 listas que hubo el domingo pasado sobrevivieron alrededor de 100. La oferta electoral se achica y se ordena y si aparece el “voto útil”, el “voto racional”, el “voto estratégico”, el “voto castigo” y el “voto positivo”, la tendencia a la perder sufragios de los candidatos con menos chances será cada vez mayor.

 En las PASO sólo 17% de los candidatos enfrentaron competencias internas, un poco más que en 2011 y menos de 2013 donde hubo 25% de disputa. Eso implica que los “heridos” por conquistar son limitados para todos los cargos, salvo en el rubro “intendentes”; lo que implica que la disputa del votantes, entre los presidenciables y los potenciales gobernadores, será palmo a palmo, donde cada paso que se realice debe ser ejecutada como en el ajedrez, pensando en 5 movimientos adelante.

 A Daniel Scioli se le hace casi imposible evitar el balotaje, y por eso debe presionar más a Mauricio Macri y Sergio Massa. Es difícil ejecutar, metodológicamente, el entendimiento que algunos le han reclamado a Macri y Massa. Es imposible una sencilla combinación de listas y cortes de boleta.

Además, a causa de que el macrismo va a esperar que drenen los votos massistas hacia el Jefe de Gobierno porteño, mientras que el diputado nacional quiere negociar desde una posición de fortaleza, ambos están lejos de cualquier acuerdo en el corto plazo. (N. de la R.: además, Massa ha designado jefe de campaña a José Manuel De la Sota, para potenciar la apuesta de las PASO).

 Difícil para Scioli conseguir el 1,5 millón de votos adicionales que precisa para alcanzar el 45% de los sufragios. Difícil, además, el balotaje. Más sencillo, aunque no sea tan sencillo, es apostar a obtener 10 puntos de diferencia respecto de Macri. Le están diciendo a Scioli que en el escrutinio definitivo llegaría a 39 puntos porcentuales, casi los 10 puntos 'de aire' respecto de su inmediato competidor.

 Scioli sigue teniendo como mayor ventaja que enfrenta a una oposición dividida, además, el kirchnerismo tiene el control territorial, poder y recursos (monetarios, humanos y mediáticos) casi ilimitados. Pero, en cualquier caso, Cristina Fernández no le puede sumar al Gobernador bonaerense más votos, en parte porque la figura de la Presidente de la Nación puede hacer perder más sufragios de los que puede generar con su presencia.

 Scioli debería ganar apoyándose menos en la figura de Cristina Fernández, para no “deberle” (hasta ahora, nada le adeuda: la Presidente hizo todo lo posible para evitar que Scioli fuese el candidato del Frente para la Victoria).

En cambio, Néstor Kirchner le debía a Eduardo Duhalde, por ejemplo, y demoró más de 3 años hasta desmembrar al duhaldismo. Si a la debilidad que ya exhibió en las urnas, Scioli le sumaría una 'deuda' con Cristina, tendrá muy acotada su capacidad de maniobra e independencia en caso de ser elegido Presidente de la Nación.

 Y mientras se tejen alquimias políticas, la economía comienza a filtrarse en la campaña. Con lentitud, la crisis que se incuba ya molesta a Daniel Scioli y puede ser la llave del triunfo para Mauricio Macri. Y si la economía se convierte en el eje de la disputa electoral, quizás, y sólo quizás; el reordenamiento del voto puede ser muy profundo dado que el eje “continuidad con cambio” o “cambio con continuidad” o la pelea agonal “kichnerismo vs. antikirchnenerismo”, sean reemplazados una tercera opción: “ajuste” y “no ajuste”, lo que cambiaría el escenario electoral.

 El domingo 09/08, en las PASO, los argentinos votaron nombres, figuras, preferencias de individuos guiados más por sus emociones que por sus realidades o necesidades. Pero si la economía entra en discusión, la “sensación bolsillo” se puede convertir en el parámetro para que un ciudadano elija a uno u otro votante.

 En las PASO, 6 de cada 10 votantes se mostraron contrarios al kirchnerismo, 6 de cada 10 eligió una opción peronista y 8 de cada 10 votantes buscó postulantes moderados; pero no se votó a favor o en contra del “modelo” económico oficialista, salvo en una franja pequeña de electores.

 Hoy, la realidad económica mundial es otra de la que gozó el Matrimonio Kirchner durante 12 años. China devaluó. Brasil pasa por un profundo proceso recesivo y de crisis política. El dólar tiende a fortalecerse. Las tasas se encaminan a ser más altas. Europa intenta recuperarse de su estancamiento con suma lentitud. Las materias primas están en valores picos y, por el inmenso aumento del costo interno, son negocios para unos pocos.

Las economías regionales están en crisis y nada augura que puedan cambiar su situación para Octubre. Cualquiera que sea elegido Presidente de la Nación tendrá dos años muy duros desde el punto de vista económico.

En 1989, Eduardo César Angeloz les dijo a los votantes la verdad de la crisis y presentó el famoso “Lápiz Rojo”. Perdió las elecciones.

En 1999, Eduardo Duhalde fue el único candidato presidencial que propuso devaluar, dado que la convertibilidad estaba agota. Perdió. En política es costoso decir la verdad, parece.

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