Foto: Télam |
Quedó afuera de la Copa Argentina, pero San Lorenzo sigue vivito y coleando en los otros dos frentes que le quedan: el torneo local y la Copa Sudamericana. Por el campeonato doméstico, el partido en Avellaneda pintaba clave.
Sin todos los titulares, con un mix que incluía suplentes, el equipo de Aguirre debía ganar para no perderle pisada a Estudiantes, el líder, quien había ganado el sábado. Y pese a que sufrió, y a que Independiente mereció empatarlo por las situaciones de goles que generó, el Ciclón se llevó los tres puntos de Libertadores de América y continúa a cinco del Pincha.
Ideal para afrontar la revancha de la semifinal de la Sudamericana, el miércoles próximo ante el Chapecoense en Brasil.
El gol tempranero de Bergessio -una buena sucesión de toques con una precisa definición de Lavandina- no cambió los planes de ser protagonista de Independiente. Pero sí modificó la estrategia de San Lorenzo, que con el 1 a 0 a favor se replegó y le dejó la pelota al Rojo.
La táctica de Aguirre, con Mercier casi metido entre los centrales y con el equipo parado 5-4-1, no pareció acertada porque esa superpoblación defensiva no evitó que el equipo de Milito contara con situaciones de gol.
Además, con Independiente jugado en ataque, pareció más conveniente ir hacia adelante para aprovechar los espacios. Al igual que contra Central, el Rojo logró el dominio del juego a través de la posesión. Con Rigoni y Benítez abriendo la cancha, con Tagliafico y Toledo pasando, con Barco moviendo la pelota en tres cuartos, el local logró quebrar en varias ocasiones el cerco defensivo del Ciclón.
Pero, también como ocurrió en Rosario en la fecha anterior, Independiente evidenció notorias falencias en la definición, sin dudas el punto débil del equipo. Iban 20, 25 minutos de juego y parecía, en realidad, que se disputaban los últimos instantes del partido porque el juego se desarrollaba en campo de San Lorenzo con el Rojo enviando centros y llegando con mucha gente.
Sin embargo eso no se tradujo en un empate. Benítez, Vera, Rigoni y Cía. fueron desperdiciando situaciones. A veces por errores en el remate final y en otras por aciertos de Navarro, el arquero que atajó en lugar de Torrico.
Ya en el segundo tiempo, San Lorenzo no se metió tan atrás. El Rojo mantuvo el dominio del balón pero ya no llegó con tanta claridad. Y en una contra, Ortiz le terminó cometiendo penal a Belluschi. El propio Belluschi se encargó de ejecutarlo pero su remate fue desviado por Campaña.
Milito metió cambios, ingresaron Denis y Sánchez Miño y el equipo mantuvo el control del juego pero no podía llegar al empate. Hasta que otra vez, San Lorenzo mostró su contundencia con otra contra rápida en la que Campaña dio rebote y Belluschi se tomó revancha del penal para meter el 2 a 0.
Con las pinceladas del pibe Barco, toda una positiva aparición en el fútbol argentino con apenas 17 años, el Rojo lo arrinconó de nuevo al Ciclón y pudo descontar con un cabezazo de Denis tras un centro de Sánchez Miño.
No alcanzó para empatar y el pitazo final de un Baliño que dirigió mal sirvió para que varios silbaran y pidieran ganarle a Racing la próxima fecha. Sin dudas, otro partido clave para el Rojo. (www.ole.com.ar)
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