SOCIEDAD / POLICIALES
A tres semanas de haber pisado a su novio con el auto, en la salida de un boliche, se decidió a hablar Julieta Silva (29) para aclarar que no existió ninguna pelea previa al hecho y que "todavía ama" a Genaro Fortunato (25), el rugbier que murió atropellado la noche del 9 de septiembre.
Después de haberse practicado la pericia oftalmológica, Silva intentó reforzar la principal hipótesis de su defensa.
"Juro que no lo vi, si me hubiera dado cuenta que él se cayó no me voy directamente como pasó", dijo.
La mujer, detenida por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía", sostuvo que "hay testigos" de que no existió ninguna pelea en el boliche La Mona.
"La discusión fue con un tercero, esto está comprobado, los dos decidimos irnos en autos diferentes porque habíamos llegado ahí con dos autos", siguió.
"No tenía motivos ni nada. No existió una discusión entre nosotros y por más que hubiese sido así, decidimos irnos todos, el grupo de amigos que estábamos ahí, que éramos cinco", agregó.
En el punto más álgido de la entrevista con la Televisión Andina (TVA), Silva dijo que todavía está "completamente enamorada" de Genaro.
Según las fuentes de la investigación, la joven se hallaba visiblemente angustiada y al borde del llanto cuando ingresó al centro asistencial para ser sometida al estudio oftalmológico, solicitado por la defensora oficial Florencia Garciarena, quien consideró que la joven sufre un alto grado de astigmatismo y, por ello, no vio al joven rugbier cuando lo aplastó con su vehículo a la salida de un boliche.
Días atrás, la defensora presentó un estudio realizado a principios de este año que señalaba que Silva tiene astigmatismo de -3 y que necesita anteojos para conducir. (TN)
Además, la joven ya había declarado en el marco de la investigación que no tenía los lentes que usaba para manejar por sufrir astigmatismo.
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