Los senadores Federico Pinedo y Miguel Angel Pichetto dialogan para acordar la votación de leyes. Foto NA: Charly Diaz Azcue/Comunicación Senado |
(U24) - El Senado de la Nación cambiará su integración a partir de 10 de diciembre cuando asuman los legisladores electos en los comicios del 22 de octubre. La relación de fuerzas no se modificará dramáticamente en la Cámara alta, pero los cambios ya se sienten en la pelea por la distribución de las comisiones, los liderazgos de los bloques y la llegada de Cristina Fernández.
En el medio hay espacio para acuerdos: Cambiemos y el PJ que conduce Miguel Ángel Pichetto avanzan con la reforma del Ministerio Público Fiscal para evitar otro caso como el de Gils Carbó.
Sobre las comisiones, al oficialismo le interesa particularmente hacerse con el control de los estratégicos comités de Presupuesto y Asuntos Constitucionales que hoy están en manos del peronismo aunque suelen ser comisiones que por tradición suele retener el oficialismo.
El resto se negocia con el PJ, pero todo hace suponer que Cambiemos aumentará el número de comisiones en su poder de las actuales 7 de un total de 27.
Cambiemos especula con la merma que sufrirá el bloque que hoy conduce Pichetto. Cuando Cristina Fernández ingrese al Senado podría llevarse hasta 8 senadores con ella. Serían Ana Almirón, Anabel Fernández Sagasti, María Pilatti Vergara, María de los Ángeles Sacnun, Silvina García Larraburu, Nancy González, Marcelo Fuentes y Ana María Ianni.
A Pichetto entonces le quedarían poco más de veinte senadores contra los 25 que contabiliza el interbloque Cambiemos, lo que lo convertirá en la primera minoría. La influencia de Pichetto se vería notoriamente reducida, pero seguirá siendo clave para el oficialismo y la relación con las provincias ya que los cristinistas serán irreductibles en sus posiciones.
Desde el entorno de Pichetto aseguran que el cambio en la bancada no será tan dramático, porque los legisladores cristinistas ya votaban según su criterio, además trabajan para sumar aliados.
“Nosotros ya empezamos el procedimiento para la discusión por las comisiones. Por separado, el bloque del PRO y la UCR, y luego en conjunto para evaluar qué aspiraciones tiene cada espacio en el nuevo reparto, y adecuar esto a los perfiles de cada legislador, de acuerdo a las comisiones en juego”, reveló la senadora nacional por Córdoba Rodríguez Machado (PRO).
La clave de las negociaciones es develar quién será la primera minoría, para eso Cambiemos también negocia con sumar aliados y asegurar sus números sin esperar el desenlace de lo que ocurra en el FpV-PJ de Pichetto.
Pero Cambiemos debe definir también quién será el nuevo conductor del espacio después de la renuncia del radical Ángel Rozas. Suenan para sucederlo sus correligionarios Silvia Elías de Pérez y Luis Naidenoff. Pero los radicales tienen sus dilemas, ninguno querría ser el jefe del interbloque si a la vez no son reconocidos como líderes de su bancada por sus propios pares.
Con esta interna, quien sube su cotización es el misionero macrista Humberto Schiavoni, quien es el presidente del PRO y es un hombre de estrecha confianza de Mauricio Macri quien además puede serle muy útil para negociar con el peronismo depurado de la bancada de Pichetto cuando se vienen discusiones fuertes como la reforma tributaria y la cuestión de los impuestos a las producciones locales.
Entre tanta convulsión, el PJ y Cambiemos avanzan en silencio con la reforma del Ministerio Público Fiscal. Un proyecto presentado por Federico Pinedo ya sumó las firmas de Miguel Pichetto, Ángel Rozas, Rodolfo Urtubey y Pedro Guastavino.
La idea sería aprobarlo durante este mes antes del ingreso de Cristina Fernández al cuerpo. La iniciativa contiene la idea del pronunciamiento del juez Pablo Cayssials que había habilitado al Poder Ejecutivo a remover a la Procuradora sin juicio político.
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