POLICIALES / SAN NICOLÁS
Las calles Blas Pascal y Ruiz Moreno de la ciudad bonaerense de San Nicolás se llenaron ayer por la tarde de patrulleros, ambulancias y dos dotaciones de bomberos. El motivo no había sido un incendio accidental sino un hombre enfurecido que destruyó a su familia.
Guillermo Mesías tenía su objetivo claro cuando entró a la casa que había compartido con su exmujer. Quería matar a todos. A su propia madre se cruzó primero y la apuñaló hasta asesinarla.
Dejó su cuerpo tirado en el baño en medio de un charco de sangre.
La locura ya se había desatado y su siguiente víctima fue su hija de 12 años. Le puso un cuchillo en el cuello e intentó prender fuego la casa, con ellos dos adentro.
El humo y los gritos de la chica pusieron en alerta a los vecinos, que empezaron a acercarse al lugar.
Durante los siguientes minutos todo pasó demasiado rápido y casi al mismo tiempo. Alguien llamó al 911, otro grupo rompió las ventanas para rescatar a la nena y en ese momento también, llegó su mamá y expareja de Mesías, Luciana Paredes.
Un vecino y la mujer intentaron contener al agresor y terminaron con cortes en una pierna y en el abdomen, respectivamente. La nena también resultó herida en un brazo. (TN)
Mesías no dejaba de tirar puñaladas al aire y hasta se lesionó a sí mismo.
Su ex mujer y su nueva pareja fueron internados en el Hospital San Felipe. El asesino tendrá que declarar en las próximas horas ante el fiscal Patricio Múgica Díaz.
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