viernes, 15 de marzo de 2019

"EL BANCO CENTRAL ESTÁ QUEBRADO Y SANDLERIS LO QUIEBRA MÁS"

OPINIÓN / REFLEXIÓN DE DIEGO GIACOMINI 

Guido Sandleris, Diego Giacomini

(U24) - En sus comienzos las estrellas de la gestión Macri fueron las Lebacs con endeudamiento del Banco Central. En ese momento, se dijo que eran superiores a la base monetaria. 


- ¿Hoy con las Leliqs estamos en algo similar Hay que pensar como desarmar esa posición o será tarea para el próximo gobierno?

En primer lugar hay que tener en claro que las Leliqs son un problema mayor que las Lebacs. Las Lebacs capitalizaban cada 35 las Leliqs cada 7 días capitalizan  5 veces más rápido que las Lebacs.

Segundo problema: Las Lebacs pagaban, en promedio, una tasa de interés en su vida de entre 25 y 30% las Leliqs hoy pagan 65% estamos en presencia de un pasivo remunerado del Central que capitalizan 5 veces más rápido y pagan casi al doble de las Lebacs.

Otro punto diferencia notable: las Lebacs las tenía todo el mundo las Leliqs están anidadas en el sistema financiero usadas como encajes de los plazos fijos, son el respaldo de los plazos fijos. El Banco Central no tiene con qué pagarlas si la gente quiere ya retirar sus depósitos tendrá que pagar las Leliqs.

El central tiene una reserva de libre disponibilidad de 15,800 millones de dólares las Leliqs, son entre 21,000 y 22,000 millones de dólares una promesa de emisión monetaria a futuro. Pensemos en noviembre de 2018 eran las Leliqs eran el 70% de los plazos fijos privados, en diciembre el 75%, en enero el 86% quiere decir que las Leliqs ganan peso relativo respecto de los plazos fijos.

Cuando la gente diga “me quiero pasar a dólar” ese día el plazo fijo ira a depósitos a la vista y después a dólar en ese momento el banco tenedor tendrá que pedirle al central que pague las Leliqs en pesos ya que el depositante los necesita para pagar dólares, ahí empezará el problema. Ahí se empieza a materializar el problema de las Letras, no tiene con qué pagarlas el Banco Central, van ganando peso relativo dentro del pasivo del Central.

La base monetaria crece poco y las Leliqs crecen a un ritmo vertiginoso, el pasivo del Central no solo crece sino pierde calidad porque aumenta el peso relativo del pasivo remunerado que tiene costo cuasi fiscal y el activo no crece.

Quiere decir que el Banco Central está quebrado y esta política lo quiebra más.

Cuando comparamos el activo bien medido que es el de las reservas de libre disponibilidad contra el pasivo monetario más, el no monetario remunerado, se ve que el patrimonio neto es negativo. Todo hace ver que el Banco Central está quebrado eso es una promesa de devaluación que licúe el pasivo para mejorar el balance.

Eso pasó en 2014, en 2016 y durante 2018 con un dólar que aumentó el 130% volverá a pasar está implícito en el balance de la autoridad monetaria. Es la muestra de la falta de credibilidad del Central, es tangible es medible con los números bien contabilizados.

Esta seudo estabilización de corto plazo del plan Sandleris entregó lo mejor lentamente se empieza a agotar. El Banco Central y el gobierno están preocupados en la agenda del año electoral es más importante que la pobreza, que el desempleo. Lo van a controlar con más de lo mismo con los dólares del FMI y más Leliqs para que secar la plaza.

Esto “más de los mismo” es barrer los problemas debajo de la alfombra pero funcionará como incubadora que adelantará los problemas. Cuanto más se prolongan los problemas en economía, más caro resultan.

Primero el gobierno quiere fogonear un poco la demanda por el ciclo electoral es subir la temperatura de la incubadora y luego el problema del ciclo electoral.

En Argentina siempre hay dolarización previa a la elección. En 2011 el Central perdió 6.000 millones de reservas, en 2015, 9.000 millones porque la gente se dolariza antes de votar.

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