Una fuente militar estadounidense reveló más detalles sobre
los involucrados en la investigación que serían 6 miembros del Ejercito, 2 de
Infantería de Marina, 2 de la
Armada y 1 de la Fuerza Aérea , según la cadena televisiva Fox.
Los miembros del cuerpo de Infantes de Marina y de la Armada son de San Diego
(California), el de las Fuerzas Aéreas procede de Charleston (Carolina del
Sur), mientras que el personal del Ejército es del 7º Grupo de Fuerzas
Especiales, un cuerpo de élite.
La fuente indicó que no hubo detenciones y los militares han
vuelto a sus respectivas bases sin cargos.
Foto: Dania Suárez, de 24 años, en una foto tomada de Facebook.
Los militares se encontraban en el mismo hotel que 11
agentes del Servicio Secreto acusados de comportamiento inapropiado tras haber
llevado, supuestamente, a prostitutas a la habitación del hotel, una zona
considerada de seguridad.
3 miembros del Servicio Secreto de USA -el cuerpo encargado
de la protección presidencial- han presentado su renuncia tras su presunta
participación en el escándalo y, según apuntan algunos medios estadounidenses,
otros 3 podrían perder su puesto de trabajo.
Según Fox, el abogado de 2 supervisores del Servicio Secreto
implicados indicó que la seguridad del presidente Barack Obama nunca se vio
comprometida.
Funcionarios de la Fiscalía General
en Cartagena han hablado con empleados del hotel donde estalló el escándalo y
con un taxista que llevó a su casa a una de las “damas de compañía” que pasó la
noche con uno de los agentes del Servicio Secreto que estaban en Colombia para
proteger al presidente Barack Obama, durante la VI Cumbre de las
Américas celebrada en esa ciudad.
El escándalo se originó en la madrugada del jueves 12/04,
cuando un agente del Servicio Secreto supuestamente no quiso pagarle US$ 800 a su “dama de compañía”,
Dania Suárez, de 24 años, después de que ella prestó sus servicios.
“Quiero mi dinero, baby”, le dijo Suárez según el diario The
New York Times.
Dania se quejó en voz alta en un pasillo del Hotel Caribe
que el hombre que la había contratado no le había pagado el precio acordado:
US$ 800.
Después de que los agentes de policía y personal del hotel
se personaron en el lugar, la mujer recibió algo más de dinero y salió de la
instalación de vuelta a su casa en un taxi del hotel.
El chofer, José Peña, no pudo ser localizado, después de que
la Fiscalía General
colombiana lo convocó para una entrevista.
Mientras tanto, Suárez —que concedió una entrevista a The
New York Times— se fue de su casa en las afueras de Cartagena.
Hombres y mujeres en 2 taxis estuvieron en la vivienda
durante la mañana del viernes 20/04 sacando maletas y otros artículos,
incluyendo la jaula de un animal pequeño. Suárez aparentemente vivía en el 2do.
piso de un edificio de la comunidad Bello Rincón, cerca de la playas que dan al
mar Caribe.
Un abogado de Cartagena, Marlon Betancourt, confirmó que
Suárez había contratado sus servicios. Betancourt no reveló en una entrevista
telefónica cuál será su estrategia legal.
“Nuestro objetivo es restablecer la tranquilidad y los
derechos que mi clienta tenía antes de este evento”, añadió.
En entrevistas con reporteros, Betancourt aseguró que Suárez
había salido de Cartagena y se escondía porque estaba molesta con la
publicación de las fotos suyas, tomadas de su perfil en Facebook, aparecieron
en diferentes medios. Las fotos generaron un boom en internet. La presencia de
miembros de la prensa en las afueras de su casa en Cartagena creó el caos.
Mientras tanto, agentes de la policía acudieron a por lo
menos uno de los clubes de entretenimiento para adultos vinculados al escándalo
para verificar las tarjetas de identificación de las mujeres y establecer su
edad, afirmó un empleado del club.
La preocupación de los funcionarios colombianos ante la
posibilidad de que menores de edad pudieran estar vinculadas al escándalo que
envuelve a los agentes del Servicio Secreto y militares estadounidenses, añade
una grave dimensión al escándalo en el que supuestamente participaron 21
prostitutas colombianas que prestaron servicios sexuales a 11 agentes y 10
militares en el Hotel Caribe en el balneario colombiano.
En Washington, versiones prensa indicaron que hasta ahora 6
agentes del Servicio Secreto han sido separados de las filas.
2 de ellos, supervisores, fueron separados de sus cargos el
jueves: Greg Stokes, quien trabajaba en una unidad con perros, y David Chaney,
a quien se le permitió retirarse. A un 3er. empleado se le permitió renunciar.
Chaney escribió en su pagina Facebook que durante la campaña
presidencial de 2008 el “realmente estaba mirando” la figura de Sarah Palin,
candidata a la vicepresidencia durante la campaña de John McCain.
Ni el empleado del club ni la Fiscalía General
de la Nación hicieron
comentarios sobre la investigación o el operativo policial en Pleyclub, uno de
los clubes nocturnos relacionados con el escándalo.
Sin embargo, la investigación fue confirmada por la alta
funcionaria colombiana que pidió que su nombre y puesto no fueran identificados
porque no tenía autorización para hablar sobre el caso.
“La prostitución que involucra a los adultos no es un delito
en Colombia, pero es un delito cuando los menores de edad que son inducidos a
ejercerla y esta es la razón por la cual el gobierno está tratando de verificar
si hubo menores de edad involucrados”, afirmó la funcionaria.
Hasta el momento, agregó, las autoridades no han encontrado
ninguna evidencia de que menores de edad estuvieran involucradas y por ende la
investigación por ahora no “tiene connotación penal”.
Una de las maneras en que los investigadores han verificado
las edades de las mujeres es mediante la revisión de la información recogida
por el hotel de las tarjetas de identificación, cuya presentación es requerida
en la recepción para entrar en las habitaciones con huéspedes.
Los ejecutivos del hotel y los trabajadores se han negado a
hablar sobre el caso.
La funcionaria colombiana negó las informaciones de que los
investigadores habían allanado las discotecas y centros nocturnos donde
trabajan mujeres jóvenes, pero un empleado del Pleyclub confirmó que la policía
había estado allí la noche del jueves 19/04 verificando las edades de las
mujeres a través de sus tarjetas de identificación.
En Colombia, una persona de 18 años es considerada adulta.
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