Foto: D. Popular |
(DP) - Un fiscal solicitó 14 años de cárcel efectiva para Julieta Silva por la muerte “claramente dolosa” de su novio, el rugbier Genaro Fortunato, aunque consideró el atenuante del estado de emoción violenta, mientras que la querella se pronunció por la aplicación de la pena máxima de perpetua o en su defecto de 20 años de cárcel.
Además, el fiscal Fernando Guzzo pidió que, al momento de dictar sentencia, “deje de manera inmediata los alcances de la prisión preventiva en la modalidad domiciliaria y ordene la internación en un establecimiento carcelario” de la joven, al considerar que “no reúne los supuestos requisitos para la prisión domiciliaria” que venía gozando hasta el juicio y se pronunció asimismo porque “no va a ser posible una pena de ejecución condicional”.
En su alegato, apeló a la figura de “homicidio simple con dolo eventual por emoción violenta” para formular los cargos contra Silva, aunque no pidió la perpetua, tal como se especulaba.
En ese sentido, el de la aplicación de la pena máxima se inclinó el abogado Tíndaro Fernández, representante de la familia Fortunato, quien entendió que “está probada la calificación de homicidio agravado por el vínculo”, al mismo tiempo que dijo que, en caso de no aceptarse su postura, “en forma subsidiaria, se la condene a 20 años de cárcel por homicidio simple”.
En tanto, el letrado defensor de la imputada, Alejandro Cazabán, solicitó un cuarto intermedio hasta hoy, cuando formulará su exposición ante el Tribunal de San Rafael y ello fue aceptado por los jueces.
"El Ministerio Público Fiscal entiende en primer lugar que resulta justo y equitativo que se le aplique a Julieta Silva la pena de 14 años de prisión con la inhabilitación del artículo 12 del Código Penal con el decomiso del auto que utilizó", dijo Guzzo.
Por su parte, el pedido de la querella se da en coincidencia con lo que varias veces sostuvo desde el trágico hecho Miguel Fortunato, papá de Genaro, ya que la familia de la víctima insiste en que no se trató de un siniestro vial, como argumenta Julieta Silva.
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