miércoles, 7 de septiembre de 2011

INTERNACIONALES: MÉXICO


Niños y jóvenes son las principales víctimas del narco

La impresión de que la guerra contra el narco es una guerra civil en México se hace nítida cuando se miran las cifras: más de 1500 niños y jóvenes han sido asesinados  en lo que va del sexenio de iniciado el combate. Además, diferentes organizaciones contabilizan en 75 mil el número de jóvenes que forman el brazo armado de los diferentes cárteles de drogas.

 De las 50 mil muertes registradas en lo que va de la administración de Felipe Calderón como saldo de la "guerra" contra el narcotráfico, más de mil 500 asesinatos son de niños y adolescentes. Tan sólo en lo que va de este año se han documentado 156 homicidios de menores de 18 años, informó el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México.

El defensor de los derechos humanos denunció que ha solicitado información al gobierno federal, pero hasta el momento no ha tenido respuesta, y no se cuenta con información pública de ninguno de los mil 300 infantes y jóvenes asesinados. De hecho, aclaró, la cifra citada está por debajo de lo que pudiera ser, ya que sólo es producto de lo que ha logrado documentar dicha organización.

Según los reportes de la Procuraduría General de la República y de la Secretaría de la Defensa Nacional, hay 4 mil 44 niños vinculados con el crimen organizado. Esto es alarmante, porque “la gran pregunta es qué ha dejado de hacer la institucionalidad para atender la infancia en México, que ha permitido que esos menores sean narcoexplotados en este momento”.

Entrevistado en el contexto del primer Encuentro regional de indicadores sobre infancia y adolescencia, Pérez García puntualizó que Chihuahua, único estado en el país que no tiene ley de protección a la niñez, registra una tasa de homicidios de jóvenes de entre 15 y 17 años cinco veces mayor a la media nacional, lo cual es una expresión de que la violencia armada se ha focalizado en los menores de edad.

Aunque la situación de la niñez ya era crítica, con el incremento de la violencia "se ha colapsado la institucionalidad" que atendía de alguna forma a segmentos de la población infantil, agregó.

Al menos 75 mil jóvenes están enrolados en las filas del narcotráfico y forman su "brazo armado". No hay políticas públicas integrales para atenderlos, lo cual debiera ser considerado "estratégico" en el desarrollo del país. Son un sector excluido y marginado. Están en un "marasmo", en parte porque desconocen sus derechos y, así, no pueden reclamarlos.

Lo anterior fue señalado en el encuentro Los derechos humanos de las juventudes actuales, en el que intervinieron especialistas en esas materias, representantes de organismos no gubernamentales y el ombudsman del Distrito Federal, Luis González Placencia.

Se afirmó también que ante el descrédito y la carencia de ética en la política, así como por la enorme impunidad existente en el país, los jóvenes han perdido interés en los asuntos públicos.

Carlos Alberto Cruz Santiago, de Cauce Ciudadano, señaló que del total de jóvenes enrolados en el narcotráfico, 24 mil son "milicianos" del cártel de Sinaloa, 17 mil están en Los Zetas y 7 mil 500 en La Familia Michoacana. Los demás están en otros grupos.

En el aula magna de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Cruz Santiago agregó que esas cifras fueron obtenidas en el trabajo de campo que Cauce Ciudadano y otras ONG realizan permanentemente en las calles. "Esa es la realidad que vemos en cada región, y también en el país".

Por ejemplo, agregó, los cinco presuntos responsables del incendio del casino Royale son jóvenes. La sociedad excluye y margina a ese sector de la población, no le da opciones.

Las maquiladoras y empresas de outsurcing "son sistemas de explotación" a los que se pretende integrar a algunos jóvenes, además de que no hay espacios en el sistema educativo.

"Estamos asesinando a la juventud", en medio de la guerra que el gobierno federal ha declarado al narcotráfico y el crimen organizado, afirmó, y propuso crear juzgados especializados en la atención de jóvenes.

Patricia Galeana, historiadora e investigadora de la UNAM, cuestionó la falta de políticas públicas integrales para atender a ese sector de la población, identificado en documentos de Naciones Unidas como "estratégico" para el desarrollo nacional.

México, apuntó, está perdiendo el llamado bono demográfico, que llegó a su clímax, ya que en este momento tiene el mayor número de jóvenes en toda su historia. Actualmente 37 por ciento de la población tiene entre 15 y 29 años de edad.

Se refirió a encuestas de la UNAM y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que revelan, por un lado, que muchos jóvenes no están dispuestos a trabajar toda su vida para vivir en la pobreza, por lo que observan otras opciones y actividades, incluso ilegales; por otro, que un grupo también grande acepta la tortura y la pena de muerte en contra de los delincuentes, o prefieren la seguridad a la libertad. En ningún caso hay interés por asuntos públicos.

González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), sostuvo que hoy la sociedad no genera condiciones ni opciones viables para los jóvenes.

Nashieli Ramírez Hernández, consejera de la CDHDF, señaló que ante la falta de oportunidades, entre muchos jóvenes se hace cada vez más fuerte la idea de que "lo importante es lo que puedo tener aquí y ahora, cómo puedo vivir bien, aunque sea temporalmente".

No hay comentarios:

Publicar un comentario