La Justicia francesa ha declarado culpable a la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, en el proceso que la juzgaba por negligencia con desvío de dinero público en el caso Tapie.La Corte de Justicia de la República ha dado su veredicto tras 5 años de proceso.
Lagarde estaba acusada de haber permitido por "negligencia" un importante desvío de dinero público cuando era ministra de Economía de Francia. Según informa el diario La Tribune, el tribunal que ha juzgado a Largade no ha impuesto ninguna pena a la directora del FMI y esta decisión no aparecerá en los antecedentes de la ex ministra.
A pesar de ello, el fallo podría empañar la imagen de una de las mujeres más poderosas del mundo. Contra todo pronóstico, la Corte de Justicia de la República (CJR) ha considerado hoy en París culpable de negligencia en el desvío de fondos públicos a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Dadas las circunstancias de la crisis mundial que se vivía en 2007 y 2008 y dada la personalidad internacional de Lagarde, la Corte no le aplica, sin embargo, pena alguna ni la condena aparecerá en sus antecedentes penales.
Un veredicto tan contradictorio obliga al organismo internacional a replantearse su opción de prorrogar el mandato de Lagarde. La antigua ministra de Economía no ha asistido a la lectura de fallo por el caso de arbitraje Tapie en 2008.
La Corte de Justicia de la República no le aplica pena alguna a pesar de haberla declarado culpable en el desvío de fondos públicos en uno de los escándalos políticos de la presidencia de Sarkozy.
Un veredicto contradictorio que podría acarrearle consecuencias a su carrera al frente del FMI. En 2007, al frente del ministerio de Finanzas, Lagarde permitió un arbitraje privado para dar respuesta a la petición millonaria del empresario Bernard Tapie, un fiel aliado y amigo personal de Sarkozy.
El hecho de que Lagarde optara por un arbritraje privado levantó críticas en los servicios de su propio ministerio y se granjeó las críticas de los jueces a los que hizo caso omiso. Christine Lagarde no ha comparecido ante la Corte de Justicia de la República para escuchar este varapalo a su gestión política cuando era superministra de Francia de Economía, Finanzas, Industria y Empleo.
Había volado ya a Washington DC este fin de semana, donde trabaja, al frente del FMI. Su brillante carrera política queda, a pesar de la contradicción del veredicto, en suspenso. El Director de Comunicaciones del FMI, Gerry Rice, en relación con el proceso judicial ha realizado una declaración oficial en Washington.
"El Directorio Ejecutivo se ha reunido en ocasiones anteriores para considerar los acontecimientos relacionados con el proceso judicial de Francia. Se prevé que el Directorio Ejecutivo volverá a reunirse próximamente para analizar los acontecimientos más recientes”, se ha limitado a señalar.
UN RESULTADO INESPERADO
Sólo la instrucción del caso en el seno de la Corte de Justicia de la República (CJR), que dedicaba gruesas apreciaciones sobre la actuación de Lagarde, y el duro interrogatorio al que le sometió la semana pasada la presidenta del tribunal, Martine Ract Madoux, presagiaban este resultado. En Francia hay cierto escepticismo hacia el CJR, un tribunal especial en el que participan los propios parlamentarios para juzgar a su pares.
Según los hechos ahora sancionados, Christine Lagarde actuó de manera negligente en uno de los escándalos políticos de la época del presidente Nicolas Sarkozy que aún hoy sigue enredado en otras jurisdicciones francesas.
Lagarde, nombrada ministra de Economía en 2007, dio luz verde nada más aterrizar en su ministerio a organizar un arbitraje privado para atender las demandas millonarias de l empresario Bernard Tapie, que había apoyado la campaña de Sarkozy y era amigo del recién llegado al Elíseo.
Lagarde se ha presentado como víctima de unos manejos que se hicieron en su ministerio, pero a sus espaldas. La CJR la absuelto de negligencia por permitir el arbitraje, dado que el contencioso que enfrentaba al empresario con el Crédit Lyonnais llevaba años y estaba costando dinero al Estado.
La considera culpable de negligencia, sin embargo, por no haber presentado recurso nueve meses más tarde, cuando Christine Lagarde desechó de manera precipitada presentar recurso contra el resultado de ese arbitraje que concedió a Tapie 403 millones de euros, entre los que se incluían 45 millones, libres de impuestos, por daño moral.
Es un extremo que sorprendió negativamente a la opinión pública y también a la propia Lagarde. No recurrir permitió, como ha leído la presidenta del tribunal, llegar a "una solución nefasta" para el Estado francés incluyendo esa cifra "exorbitante", en palabras de la misma magistrada.
LA DEFENSA: IGNORAR LA AMISTAD
La defensa de Lagarde, que ha asegurado desconocer los lazos de amistad y connivencia que unían a los principales actores del escándalo, no ha convencido al tribunal, formado por tres jueces y doce parlamentarios (seis socialistas y seis conservadores).
Tampoco su vibrante alegato de haber defendido los intereses de Francia y de haber sido, probablemente, víctima de la estafa de otros. Esa es la acusación que pesa sobre su entonces director de gabinete, Stéphane Richard, hoy presidente ejecutivo de Orange, entre otros.
La justicia penal ordinaria investiga el caso, pero la civil ya anuló el año pasado la compensación millonaria otorgada a Tapie por las presuntas plusvalías perdidas en la venta de Adidas en 1993 en la que actuó el Crédit Lyonnais como intermediario.
Este caso contra Lagarde ju zgado por un tribunal especial para aforados pone en evidencia por 2da. vez en 5 años a un director gerente del FMI de nacionalidad francesa. En 2001, Dominique Strauss-Kahn tuvo que abandonar el puesto por un escándalo sexual.
Le sustituyó en el cargo Christine Lagarde. En enero pasado, el FMI abrió el proceso para nombrar nuevo director gerente dado que el mandato de Lagarde expira este verano europeo. En febrero, y a pesar de la imputación de Lagarde decretada ya en 2014, el consejo de administración decidió prorrogarlo ante la ausencia de otros candidatos.
Lagarde pidió a este consejo que levantara su inmunidad para acudir al juicio que se ha celebrado en París desde el 12 de diciembre pasado y que ha terminado de manera tan perjudicial para su carrera.
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