EL PELIGRO DEL CAMBIO ECONÓMICO BAÑADO DE AUTORITARISMO
Sebreli: "Cristina tuvo el 54%, pero Galtieri tenía el 90%, y fue una locura"
Firme crítico del kirchnerismo, el escritor y ensayista, Juan José Sebreli, realizó un análisis de la situación actual, pero sus pronósticos fueron aún más interesantes: "como Perón en los años '50, Cristina podría elegir equilibrar los cambios económicos que parecen una traición a su ideología bajo la táctica de acrecentar su poder político hacia un peligroso autoritarismo".
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Juan José Sebreli, escritor y ensayista, contundente y polémico, es uno de los más firmes críticos de la Casa Rosada. En diálogo con 'La Nación', sostuvo entre otras cosas que "el grado de corrupción que existe hoy es único", que "son verdaderas mafias organizadas con el apoyo de funcionarios públicos, de sindicatos, de fuerzas allegadas al Gobierno, y eso es casi inédito", y que "el kirchnerismo se transformó en un populismo caliente y fanático".
En una interesante entrevista, recordó además que, según lo avala la historia, aquí "los golpes militares han sido siempre golpes cívico militares, y en muchos casos, más cívico que militares, como el golpe del '30. El último, no, aunque fue apoyado por buena parte de la sociedad. Cristina ganó con el 55%, Galtieri, durante la Guerra de Malvinas, tenía el 90% del apoyo de la sociedad. De eso no hay que olvidarse".
Pero el ensayista habló también sobre el futuro del Gobierno, y entonces se animó a decir que "van a haber ciertos toques. Algunos ya se están viendo sobre los subsidios y demás, porque ya no se aguanta, pero manteniendo en general el modelo porque finalmente eso es lo que le dio el éxito (a Cristina). ¿Por qué va a cambiar si eso es lo que quiere la gente? Y es lo que quiere la gente. Siempre lo digo, el problema no es la clase política, es la sociedad civil de la cual sale la clase política. (...) No es casual que los que menos votos sacan son los únicos que plantearon un programa económico no populista, caso de la Coalición Cívica. Y en la oposición, los que más votos sacaron fueron partidos que en realidad van a votar, junto con Cristina, el caso de Binner, incluso Duhalde y Alfonsín, los tres serían un kirchnerismo con buenos modales, menos corruptos, con más respeto por las instituciones, lo cual no es poco, pero el modelo económico sería el mismo."
Ante la pregunta de si no se replantea sus críticas a partir del triunfo electoral de Cristina Fernández, el escritor respondió que no, que él ya planteó en sus libros, el fenómeno del delirio de unanimidad, es decir,"el 90% de la sociedad argentina salió entusiasmada a apoyar la toma de las Islas Malvinas, que finalmente se convierte en una locura. En el '73, yo era uno de los pocos que decía: es una locura pensar que Perón, con Lopez Rega de un lado y Firmenich del otro, vaya a solucionar algo, esto va a terminar muy mal, y terminó muy mal. Y bueno, y ahora tampoco va a terminar bien. Yo no creo en el apocalipsis, en cosas catastróficas, pero sí en una decandencia que yo la hago remontar a mediados del siglo 20, como la decadencia argentina, que fue gradual, que primero casi no se veía, pero que a partir de la década del '70 comenzó a ser más acelerada hasta terminar terrible como en el 2001. Y yo creo que en este nuevo gobierno del kirchnerismo vamos a bajar unos cuantos escalones más en esa decadencia".
"No hay conciencia crítica en la sociedad argentina. Tenemos que empezar por crear una conciencia crítica, cosa que los políticos no hacen. El político debe estar al frente de la sociedad, y acá están a la cola. Viven leyendo las encuestas y lo que digan las encuestas, hacen. El político debe guiar y educar, no seguir", dijo en una fuerte crítica a la oposición.
En efecto, sostuvo que "el cristinismo va a tener un poder que nunca tuvo Perón. Porque Perón tenía enfrentado a él una oposición, muy sólida y muy unida, alrededor del partido radical, y Cristina práctimente no tiene oposición. Así que es un fenómeno totalmente inédito, casi de autocracia."
Finalmente, el escritor cerró la entrevista con una comparación alarmante: "Hay una comparación que a mí me gustaría establecer entre el Perón de 1950, la fiesta peronista, que es equivalente a la fiesta que estamos viviendo ahora en la Argentina, que es la fiesta de los primeros momentos de la inflación, que lleva al delirio del consumo, eso lo vivimos con el peronismo del '45, del 46 al 49-50, ahí vino la crisis. Ahora estaríamos viviendo un poco lo que fue Perón en el '50. ¿Qué hizo Perón en el '50? Hizo dos cosas aparentemente contradictoras pero que se equilibraban según su táctica. Económicamente, cambió 180 grados para bien, porque fue la política económica más correcta dentro del peronismo. Pero al mismo tiempo acrecentó su autoritarismo político. Los últimos años de Perón fueron más totalitarios, casi el totalitarismo, fueron los años de los textos escolares. Entonces para equilibrar ese cambio económico, que parecía una traición a su ideología, lo equilibra con ese mayor autoritarismo. Eso podría ser uno de los caminos que eligiera Cristina: cambiar la economía que no puede seguir así y al mismo tiempo acrecentar su poder en lo político más hacia un autoritarismo".
En una interesante entrevista, recordó además que, según lo avala la historia, aquí "los golpes militares han sido siempre golpes cívico militares, y en muchos casos, más cívico que militares, como el golpe del '30. El último, no, aunque fue apoyado por buena parte de la sociedad. Cristina ganó con el 55%, Galtieri, durante la Guerra de Malvinas, tenía el 90% del apoyo de la sociedad. De eso no hay que olvidarse".
Pero el ensayista habló también sobre el futuro del Gobierno, y entonces se animó a decir que "van a haber ciertos toques. Algunos ya se están viendo sobre los subsidios y demás, porque ya no se aguanta, pero manteniendo en general el modelo porque finalmente eso es lo que le dio el éxito (a Cristina). ¿Por qué va a cambiar si eso es lo que quiere la gente? Y es lo que quiere la gente. Siempre lo digo, el problema no es la clase política, es la sociedad civil de la cual sale la clase política. (...) No es casual que los que menos votos sacan son los únicos que plantearon un programa económico no populista, caso de la Coalición Cívica. Y en la oposición, los que más votos sacaron fueron partidos que en realidad van a votar, junto con Cristina, el caso de Binner, incluso Duhalde y Alfonsín, los tres serían un kirchnerismo con buenos modales, menos corruptos, con más respeto por las instituciones, lo cual no es poco, pero el modelo económico sería el mismo."
Ante la pregunta de si no se replantea sus críticas a partir del triunfo electoral de Cristina Fernández, el escritor respondió que no, que él ya planteó en sus libros, el fenómeno del delirio de unanimidad, es decir,"el 90% de la sociedad argentina salió entusiasmada a apoyar la toma de las Islas Malvinas, que finalmente se convierte en una locura. En el '73, yo era uno de los pocos que decía: es una locura pensar que Perón, con Lopez Rega de un lado y Firmenich del otro, vaya a solucionar algo, esto va a terminar muy mal, y terminó muy mal. Y bueno, y ahora tampoco va a terminar bien. Yo no creo en el apocalipsis, en cosas catastróficas, pero sí en una decandencia que yo la hago remontar a mediados del siglo 20, como la decadencia argentina, que fue gradual, que primero casi no se veía, pero que a partir de la década del '70 comenzó a ser más acelerada hasta terminar terrible como en el 2001. Y yo creo que en este nuevo gobierno del kirchnerismo vamos a bajar unos cuantos escalones más en esa decadencia".
"No hay conciencia crítica en la sociedad argentina. Tenemos que empezar por crear una conciencia crítica, cosa que los políticos no hacen. El político debe estar al frente de la sociedad, y acá están a la cola. Viven leyendo las encuestas y lo que digan las encuestas, hacen. El político debe guiar y educar, no seguir", dijo en una fuerte crítica a la oposición.
En efecto, sostuvo que "el cristinismo va a tener un poder que nunca tuvo Perón. Porque Perón tenía enfrentado a él una oposición, muy sólida y muy unida, alrededor del partido radical, y Cristina práctimente no tiene oposición. Así que es un fenómeno totalmente inédito, casi de autocracia."
Finalmente, el escritor cerró la entrevista con una comparación alarmante: "Hay una comparación que a mí me gustaría establecer entre el Perón de 1950, la fiesta peronista, que es equivalente a la fiesta que estamos viviendo ahora en la Argentina, que es la fiesta de los primeros momentos de la inflación, que lleva al delirio del consumo, eso lo vivimos con el peronismo del '45, del 46 al 49-50, ahí vino la crisis. Ahora estaríamos viviendo un poco lo que fue Perón en el '50. ¿Qué hizo Perón en el '50? Hizo dos cosas aparentemente contradictoras pero que se equilibraban según su táctica. Económicamente, cambió 180 grados para bien, porque fue la política económica más correcta dentro del peronismo. Pero al mismo tiempo acrecentó su autoritarismo político. Los últimos años de Perón fueron más totalitarios, casi el totalitarismo, fueron los años de los textos escolares. Entonces para equilibrar ese cambio económico, que parecía una traición a su ideología, lo equilibra con ese mayor autoritarismo. Eso podría ser uno de los caminos que eligiera Cristina: cambiar la economía que no puede seguir así y al mismo tiempo acrecentar su poder en lo político más hacia un autoritarismo".
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