miércoles, 4 de abril de 2012

GLOBAL

Romney, 3 estados más con Obama en la mira



Romney ya se muestra en términos nacionales (y Obama lo siente).

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Mitt Romney mantiene la presión para quedarse con la nominación republicana tras las sólidas victorias en las primarias de los estados de Wisconsin, Maryland y el Distrito de Columbia en una fecha en la que coincidió por primera vez con una primaria demócrata en ocasión de la cual tuvo  su primer choque directo con el presidente que busca su reelección. Sin duda, una señal inequívoca en el sentido de que las elecciones generales están ya en la mira, de alguna manera ya ninguneando las internas republicanas. 
 
Romney surgió anoche con una mejora sustancial en la cantidad de delegados y una creciente percepción de que estaba paulatinamente haciéndose con los elementos más reacios de su partido. Al ganar el principal campo de batalla disputado ayer (3/04) –Wisconsin- Romney lideró con holgura a los partidarios del Tea Party y luchó palmo a palmo con Rick Santorum entre los que se consideran muy conservadores y entre los cristianos evangélicos, según las encuestas a boca de urna. 
 
Santorum, quien en un momento lideraba las encuestas, anuncio que seguirá compitiendo por “los votantes que aún no han sido oídos” y con la mira puesta sobre las primarias que se vienen, empezando por las de su estado natal, Pennsylvania, el próximo 24/04.
 
Pero el día de ayer fue, en varios sentidos, el pistolazo de salida de la campaña para la elección general de noviembre. Obama identifico por primera vez a Romney por su nombre. Ocurrió durante una discurso por el presupuesto defendido por el endosante de Romney en Wisconsin, el representante Paul D. Ryan. "Darwinismo social", lo llamó el presidente. 
 
"Él dijo que apoyaba este nuevo presupuesto" dijo Obama de Romney al hablar en una reunión de editores y reporteros en Washington. Usando un tono de burla, y haciendo sólo oblicuas referencias a la percepción generalizada por su supuesto pedigrí elitista, Obama agregó: "Y hasta lo calificó de `maravilloso´, que es una palabra que no suele escucharse cuando se trata de describir un presupuesto; es una palabra que no se oye en general".
 
Tomando el escenario para declarar su victoria en el centro de Milwaukee, Romney esperó su turno para abordar los temas que serán la agenda de las elecciones generales. "El presidente Obama cree que está haciendo un buen trabajo - no estoy bromeando", dijo Romney, hablando con una enorme bandera estadounidense detrás de él y una auditorio eufórico con la excitación de sus seguidores. "Es suficiente para hacer que piense que los años de volar por el mundo en el avión presidencial, rodeado de un equipo de de supuestos verdaderos creyentes en total adoración que le repiten lo grande que es y el buen trabajo que está realizando, es suficiente para hacer que pierda contacto con la realidad”. 
 
A pesar de que atacó a Obama por ser un presidente de una "sociedad centrada en el gobierno", Romney se mostró en un tono optimista y de tono elevado inmersos en temas patrióticos propios de una elección general. 
 
"Los soñadores puede soñar un poco más fuerte, los carteles de “se ofrece empleo” deben ser desempolvados, y podemos empezar de nuevo", dijo Romney. "Y esta vez vamos a hacerlo bien".
 
El nuevo enfoque de Obama respecto de Romney representa un cambio repentino, pero muy meditado.
 
La Casa Blanca se había contentado hasta ahora con mirar la carrera republicana desde fuera, dejando que se desarrolle por su propia inercia, especialmente, dejando que Santorum y Romney hagan su trabajo de mutuo desgaste sin necesidad de darle algún que otro empujón. 
 
Pero como Romney ha empezado a consolidar su ventaja en términos de delegados, como así también a comenzado a unificar su partido y reparar el daño sufrido en las encuestas durante estos últimos meses de dura campaña, los asesores de Obama decidieron el martes (3/04) que era el momento de adoptar otra postura. 
 
El presidente no enfrentará directamente a Romney como algo habitual, dijeron sus colaboradores. Esa responsabilidad será en gran parte del vicepresidente Joseph R. Biden Jr. y de la campaña de reelección.
 
Sin embargo, la frecuencia de la publicidad televisiva es cada vez mayor, en una estrategia intencional de la campaña de Obama de negarle a Romney un segundo de respito para rearmarse tras una larga y ardua pelea interna en su partido. 
 
Los demócratas han llevado a cabo una amplia investigación sobre Romney, sus posiciones y políticas y las primeras percepciones que los votantes puedan tener de él. Un hallazgo clave de esas encuestas y estudios, según los asesores de Obama, es que Romney sigue siendo alguien indefinido para un amplio universo de personas, un vacío que la campaña de Obama está dispuesto a llenar mientras Romney todavía esté tratando de asegurarse la nominación.
 
El equipo de reelección del presidente tenía otros planes. Inicialmente, apuntaban a comenzar la confrontación directa con el probable candidato republicano en el mes de febrero -la semana después de que Romney ganase las primarias de Florida- pero el rápido ascenso de Santorum retrasó la necesidad de acometerse a ese esfuerzo.
 
Ahora, los asesores de Obama dicen que tienen la intención de mantener los argumentos de la carrera republicana frescos en las mentes de los votantes, incluyendo aquellos que no estaban siguiendo de cerca las primarias.
 
Obama, quien este martes (3/04) habló sobre la disparidad de ingresos en USA, se refirió a lo que su campaña espera sea la pregunta central de la carrera presidencial: si los votantes confiarán en Romney, uno de los candidatos más ricos de estos tiempos modernos, para que sea justos con ellos. 
 
La campaña de Romney y los líderes del partido entienden que esta movida del presidente demuestra por si que los republicanos no tienen tiempo para perder en la unión del partido para encolumnarse detrás del candidato, recaudar dinero y ahuyentar tales intentos antes de que estos puedan echar raíces en las mentes de los votantes.
 
Pero también el cruce directo de Obama contra Romney le haya dado otra estatura a Romney al prácticamente confirmar que es el candidato republicano más probable. Sin embargo, Romney no debe aún dejar de mirar de reojo a Santorum, quien todavía conserva un cierto potencial, aunque mínimo, para impedir que Romney se haga con los necesarios 1.144 delegados en las 19 contiendas republicanas por delante previas a la Convención Nacional. 
 
Y con la carrera presidencial ahora operando en 2 frentes distintos, Romney tiene la doble tarea de buscar la prescindencia de Santorum mientras que se enfrenta, a la vez y de manera directa, con el más potente arsenal de un presidente en ejercicio que busca su reelección. 
 
Santorum por su parte ya tiene su atención puesta en Pennsylvania donde espera revivir su candidatura. También predijo una victoria en el estado de Texas (muy rico en delegados) para finales del próximo mes. Presentando el momento como el punto medio de la campaña, Santorum arengó a su tropa diciendo "¿Quién está listo para salir con fuerza del vestuario para una impresionante segunda parte?”
 
Si bien Santorum -que en algunos sondeos en Pensilvana lo encuentran liderando- los resultados de Wisconsin muestran suficiente evidencia en el sentido de que Romney se estaría haciendo lenta pero progresivamente con los votos de aquellos que han mantenido con vida en esta contienda a Santorum: - los partidarios del Tea Party –la facción más conservadora y radical del partido. Romney era resistido por esta facción por ser “muy liberal”. 
 
Más allá del recuento final de votos, los resultados de este martes (3/04) ponen más cerca de Romney de asegurarse los 1.144 delegados necesarios para hacerse con la nominación antes de la convención republicana de agosto. Se quedó con la mayoría de los 100 delegados que estaban ayer en juego (3/04). Según el recuento del delegado de The Associated Press, Romney tenía 646 delegados, Santorum 272, Newt Gingrich 135, y Ron Paul escasos 51.
 
La campaña de Romney espera poder robarle una victoria a Santorum en su estado natal y, en el proceso, robarle las esperanzas de llegar a una convención abierta donde las negociaciones estarían a la orden del día.
 
Sin embargo, durante su discurso en Milwaukee, Romney miró más allá de la lucha interna y se centró exclusivamente en Obama, De esa manera daba forma a lo que será la discusión previa a las elecciones generales con el objetivo de dejar planteado el desafió en las mentes de los votantes. 
 
Prometiendo restaurar el poderío económico del país dijo, "Esos días están regresando. Ese es nuestro destino. Únanse a mí", dijo Romney. "Demos un nuevo paso cada día hasta llegar al 6/11".

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