PARANÁ (U24 Entre Ríos). La Catedral de Nuestra Señora del Rosario, fue declarada Patrimonio Histórico Nacional, por lo que es motivo de gran orgullo para la ciudadanía paranaense.
Enclavada frente a la Plaza principal de la ciudad, sobre calle S.S. Francisco, denominada así en homenaje al Papa, es un edificio de estilo Ecléctico, posee dos torres y una cúpula, en el interior tres naves y en la entrada una estatua de San Pedro.
Durante varios años el frente de la Catedral fue tomado para anidar por las golondrinas que año a año llegan a Paraná en cada verano, desde California. Cuando ellas migraban nuevamente hacia el norte, gorriones y morajues, ocupaban el lugar.
Ahora todos ellos han sido corridos por una nueva especie: las palomas, cuya proliferación ha sido un problema que el municipio paranaense ha sido incapaz de darle alguna solución.
El excremento de las palomas es el mayor inconveniente que genera esta especie porque provoca un deterioro en edificios, monumentos, calles, parques y plazas.
La Catedral de Paraná ha sufrido enormemente el daño causado por los excrementos de miles, por no decir millones, de aves que han anidado en su frente durante años, sin que nadie haga nada. Y las graves consecuencias de esa inacción empiezan a hacerse notar.
Un informe elaborado por la web Entre Ríos Ahora recordó que el actual gobernador Sergio Urribarri, desde que asumió ha venido prometiendo hacerse cargo del problema.
Al año siguiente del inicio de su administración, quiso congraciarse con la curia católica apostólica romana, y anunció la gestión ante la Nación de una ayuda económica para restaurar la Catedral.
Entonces, Urribarri anunció que presentaría a las autoridades nacionales el proyecto ejecutivo para la restauración integral de la catedral de Paraná con el objeto de obtener financiamiento y así poner en valor un edificio que es Monumento Histórico Nacional.
Con todo el lío de la 125 y otras yerbas, que ocurrieron en esos años, se ve que se olvidó y la promesa quedó solo en eso. Por tal motivo, en agosto de 2011, Urribarri cambió de planes, y anunció, otra vez un anuncio, que la restauración integral de la Catedral sería financiada por la Provincia, disponiendo para ello la suma de $4,5 millones.
“La Catedral de Paraná será restaurada y puesta en valor por el gobierno provincial con una inversión de alrededor de 4,5 millones de pesos, según le adelantó el gobernador Sergio Urribarri al arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, durante un encuentro que se desarrolló en la Casa Gris”, anunció entonces el Ejecutivo.
“Después de muchos años vamos a poder iniciar el arreglo de la Catedral de Paraná. Es algo tan imperioso, pues ya estaba muy deteriorada”, dijo el arzobispo Juan Alberto Puiggari, tras escuchar a Urribarri.
La obra se realizaría por administración delegada, a cargo del Arzobispado de Paraná, y sería encarada por separado para cada caso en particular y no para la obra en general, ya que los trabajos a realizar requieren mano de obra y tecnología específica.
Entonces, se estimó que los trabajos concluirán en dos años. Por tal motivo en 2013 debería haber estado concluida la obra.
Pues bien, aún no empezó. Mientras tanto la Catedral sigue arruinándose esperando que las promesas de Urribarri se concreten alguna vez.
Los paranaenses, en tanto, ruegan porque Urribarri no haga lo mismo que con el Nuevo Estadio (inexistente) de Paraná, y haga también desaparecer a la Catedral.
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