Rechazo unánime en Neuquén. |
(U24) - “Es un acto de federalismo y soberanía; no se trata de usar el agua que va al mar, tal como se dice livianamente; este trasvase tiene un tremendo impacto sobre toda la cuenca que alimentan fundamentalmente, los ríos Neuquén y Limay”, dijo el diputado del Frente Neuquino y referente de UNE (Unión de los Neuquinos), Mariano Mansilla, al fundamentar el rechazo al pedido de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
La iniciativa surgió luego que la Subsecretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Provincia de Buenos Aires, solicitara ante la Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los ríos Limay, Neuquén y Negro, el trasvase de 201 m3 por segundo desde el río Negro al río Colorado, con el objetivo de avanzar en el proyecto de riego en las zonas comprendidas por los partidos de Villarino y Patagones.
Buenos Aires quiere regar unas 600.000 hectáreas al sudoeste de la provincia con agua del río Negro, previo trasvase, para lo cual reclama ese “cupo” de 201 m3 por segundo cuando el río trae, a menudo, unos 320 m3 por segundo.
Existe una ley de 1906 prohíbe, entiende la provincia de Río Negro, trasvasar agua de un río a otro. La Comisión de Medio Ambiente del Legislativo neuquino ya había resuelto por unanimidad respaldar la iniciativa de rechazo; y el representante por Neuquén ante la AIC (Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas), Elías Sapag, explicó: “El Convenio sobre el que se basa la pretensión de Buenos Aires fue firmado por autoridades de facto durante la última dictadura militar; nuestro Proyecto de Ley expresamente desecha la participación de la Provincia del Neuquén en aquel acuerdo no solo porque afecta nuestros recursos hidricos, sino porque no puede obligarnos un convenio firmado durante el Terrorismo de Estado”.
apag agregó: “Es un acto ilegal de disposición de recursos compartidos dispuesto por la Junta Militar que suspendió el sistema democrático y el Estado de derecho durante la Dictadura Militar de 1976/1983. Nuestra iniciativa se da en el contexto de una política de reafirmación de los derechos sobre nuestros recursos hídricos en el ámbito de las jurisdicciones que comparten la administración de la cuenca, priorizando el uso del agua de los ríos Limay, Neuquén y Negro dentro de la misma”.
Explicó Sapag que el proceder de las provincias de Río Negro, es determinar a quiénes van a regar:
"En el Mari Menuco se va a regar tierras fiscales, en la provincia de Buenos Aires son privadas, ¿cómo se va a pagar y mantener la obra?". Según él, la provincia de Buenos Aires tiene que trabajar en conocer qué disponibilidad de agua hay: "Tenemos desarrollos hidráulicos, agrarios, de fruticultura, hay que ver las proyecciones y luego ver la disponibilidad. Nos vienen a atropellar, son el 0.4% de la superficie de la cuenca cuando el 99,6% la tienen las provincias de Río Negro y Neuquén".
Hay otro tema que está impactando en forma negativa en la relación entre Neuquén y la Administración Cambiemos, que gobierna tanto la Nación como la Provincia de Buenos Aires: el fracaso del proyecto hidroeléctrico Chihuido, que los neuquinos adjudican a Mauricio Macri.
Sapag adelantó que está en marcha un proyecto de 2da. represa en cercanías de Chos Malal: "Estamos trabajando en silencio porque después de la permanente postergación de Chihuido no queremos que la gente diga que ahora vienen contra represa. Queremos concretar el financiamiento".
Él reconoció que Chihuido fracasó por la falta de financiamiento, y en Neuquén se responsabiliza por esto a Macri porque había una oferta rusa que el Estado Nacional no profundizó.
Entonces, desde la empresa estatal Emhidro elaboraron un proyecto para una nueva represa, y buscaron un inversor. Habrá que ver cómo sigue el tema.
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