sábado, 7 de abril de 2018

PERPETUA POR MATAR A SU MUJER EN LA CÁRCEL

POLICIALES / SALTA 



(MDZ) - Un preso fue condenado ayer a prisión perpetua por el femicidio de su pareja y madre de su bebé, a la que mató de varios puntazos en el cuello, en el interior del penal salteño de Villa Las Rosas, durante una visita íntima. 


La Sala VI del Tribunal de Juicio de Salta, integrada por Guillermo Pereyra, José Luis Riera y Mónica Mukdsi condenó a Gabriel Roberto "Chirete" Herrera (40), a prisión perpetua por encontrarlo autor materialmente responsable del delito de "homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el género".

De esta manera concluyó el juicio oral y público por el femicidio de Andrea Edith Neri (18), quien fue asesinada por Herrera el 5 de enero de 2017 en el interior del penal salteño de Villa Las Rosas, durante una visita íntima a la que la víctima concurrió junto al hijo de ambos, de apenas semanas.

En el mismo fallo, dado a conocer esta noche y tras una extensa jornada de alegatos en la Sala de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta, los magistrados ordenaron que el Servicio Penitenciario le brinde al femicida asistencia psicológica terapéutica.

En tanto, Nelson Alexander Cardozo, que era celador en la unidad penitenciaria al momento del hecho, fue condenado a cinco años de prisión efectiva por "abandono de persona seguido de muerte".

Asimismo, los jueces ordenaron que los penitenciarios Juan Carlos Gutiérrez, Fernando Daniel Velázquez Fernández, José Luis Ávalos y Héctor Augusto Franco, paguen una multa de 12 mil pesos y sean inhabilitados durante un año para cumplir cargos públicos, por el delito de "omisión de deberes de funcionario público".

Durante su alegato, el fiscal Pablo Rivero solicitó la pena máxima para Chirete, a quien calificó como una persona "manipuladora y peligrosa" que actuó con "lucidez y premeditación", y que "nunca mostró arrepentimiento por lo que hizo".

Rivero solicitó además siete años de prisión para Cardozo, mientras que para los otros cuatro miembros del Servicio Penitenciario provincial pidió una multa de 12 mil pesos y un año de inhabilitación para ejercer cargos públicos.

Por su parte, la querella, ejercida por los abogados Santiago Pedroza y Luciano Romano, pidió también prisión perpetua para Chirete y multa e inhabilitación para los cuatro funcionarios del Servicio Penitenciario, mientras que para Cardozo pidió ocho años de prisión.

La defensora oficial Marcela Robles pidió atenuar la condena de Herrera al considerar que actuó por "emoción violenta", y reclamó una pena de 25 años de cárcel. Por su parte, el abogado que defiende a Velázquez, Gutiérrez y Ávalos, Arnaldo Damián Estrada, pidió la absolución de sus tres representados, al igual que Marcelo Arancibia, quien requirió que sea "lisa y llana" para sus defendidos, Franco y Cardozo, y para el segundo solicitó, subsidiariamente, la absolución por el beneficio de la duda.

Tras los alegatos, ni el fiscal ni la querella hicieron uso del derecho a réplica, tras lo que, al momento de dar sus últimas palabras durante el juicio, Chirete pidió perdón a la familia de la víctima, lo que provocó la reacción del padre de Neri, que lo insultó a los gritos y debió ser expulsado de la sala de audiencia.

Durante las audiencias del juicio, que comenzó el 19 de marzo pasado, Herrera confesó que asesinó a su pareja "por celos" y que fue instigado por otro preso, que le entregó la gubia con la que perpetró el asesinato.

El hecho se registró el 5 de enero de 2017, durante una visita íntima en la cárcel de Villa Las Rosas, donde Herrera atacó a Neri, que había llegado junto al bebé de ambos, de apenas semanas, y le aplicó una importante cantidad de puntazos en la zona del cuello, hasta provocarle la muerte.

Al momento del femicidio, Herrera cumplía prisión perpetua dictada el 22 de septiembre de 2006 por la Cámara Tercera en lo Criminal, que lo halló culpable del "homicidio calificado por el vínculo y por la alevosía" de Verónica Soledad Castro (29), quien era su pareja y también fue asesinada dentro del penal de la ciudad de Metán, en el sur salteño cuando fue a visitarlo.

Según la Justicia, Herrera -quien por entonces estaba detenido por robo calificado- asesinó a Castro cuando ésta le dijo que quería separarse y mientras los dos hijos y la madre de la víctima aguardaban a que finalizara el encuentro en la sala de visitas de ese penal ubicado 154 kilómetros al sur de la capital provincial. Télam

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