(TN) - Uno de los jóvenes que formaba parte de la banda que el 30 de abril atacó la comisaría de San Justo para liberar al capo narco Leandro Aranda, apareció muerto en su celda en circunstancias que aún se investigan.
Tomás Villamil López fue hallado con un trozo de tela de sábana atado a su cuello, sin signos vitales. López había sido uno de los últimos involucrados en el golpe en ser detenido: se trata del ataque en el que resultó gravemente herida la sargento Rocío Villareal.
Según confiaron a TN.com.ar fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), López se quitó la vida luego de que su compañero de celda recibió la libertad y a él le otorgaron la prisión preventiva. "Fue una muy mala noticia que contrastó con una muy buena, aparentemente se deprimió y se ahorcó", explicaron.
El 9 de mayo por la mañana, López fue detenido por la Policía Bonaerense cuando circulaba con su auto por la localidad de La Tablada. En uno de los audios incorporados a la causa el sospechoso decía, antes de la madrugada del hecho, que tenía "ganas de fiambrear (matar) sobre la marcha".
Los investigadores dieron con el joven de 19 años tras un seguimiento en las redes sociales y después de su detención descubrieron que tenía además una captura vigente por el crimen de un hombre al que había intentado robarle.
Ese hecho ocurrió en 2014 y el acusado, que tenía entonces 15 años, fue derivado a un instituto de Menores del que se escapó a los pocos días.
En la causa están detenidos Zahira Bustamante, pareja de Aranda y quien pensó el ataque. A ella se suman Bruno Marullo Postigo, conductor de un vehículo que hacía apoyo, Daniel Rodríguez, uno de los que entró en la dependencia.
Vinculado a éste último hombre se encuentra Gonzalo D´Angelo. A su vez se suman Leticia Tortoza, quien ingresó al calabozo el celular con el que se comunicó Aranda, Tomás Villamil, otro de los que entró a la Comisaría y Tomás Axel Sosa.
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