El 25/3, el periodista y escritor mexicano Javier Valdez Cárdenas escribió en su cuenta de Twitter, tras conocerse el asesinato de su colega, Mirosalva Breach, asesinada de 8 disparos delante de su hijo: "A Mirosalva la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio."
A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio.
— Javier Valdez (@jvrvaldez) 25 de marzo de 2017
Su negativa a callarse la pagó con su vida el propio Valdez menos de 2 meses después, cuando fue asesinado a tiros a plena luz del día en Culiacán, en el estado de Sinaloa, el 15/5.
Apenas unas horas después de ese crimen, se cometía otro contra otro colega, Jonathan Rodríguez. Él y su madre, Sonia Córdova, también periodista, fueron atacados a los tiros en plena calle en Jalisco.
El martes 1/8, Luciano Rivera, conductor del noticiero en el canal de noticias CNR, fue asesinado de un disparo en un mar de Playas de Rosarito, en el noroeste de México, lo que lo convirtió en el noveno periodista asesinado en el país en lo que va del año, revela Deutsche Welle.
Pocos días antes, las autoridades mexicanas habían hallado los restos de Salvador Adame, más de un mes después de que un grupo de agresores armados secuestrara presuntamente al reportero de televisión de Michoacán.
La mayoría de los periodistas asesinados estaba llevando a cabo investigaciones a la corrupción política y social y el poder del narcotráfico. El país es más peligroso para quienes se dedican a informar que aquellos en los que hay guerra como Siria e Irak.
De acuerdo con todos los análisis, señala Sandra Rodríguez Nieto del portal Sin Embargo, el trasfondo de la cuestión es la impunidad alrededor de estos crímenes: según estimaciones de la organización internacional Artículo 19, el 99,7% de los casos de los crímenes contra la prensa permanecen en la impunidad.
Otra cifra desoladora que pone de manifiesto la severidad del problema: si se tienen en cuenta los asesinatos a periodistas cometidos entre el 2/3 y el 15/5 en México, indica Sin Embargo, en México es asesinado un periodista cada 12,5 días.
La cifra es respaldada por la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, que dijo que cada 12 días matan a un periodista en el país.
"La impunidad endémica permite a los grupos criminales, los funcionarios corruptos y los carteles de la droga silenciar a sus críticos", planteó en un informe de mayo el Comité para la Potección de los Periodistas (CPJ, según sus siglas en inglés).
Quizás por eso, por la llamativa impunidad con la que cuentan estos crímenes, el periódico Huffington Post acuñó el término "periodicidio" para hablar del tema.
Recordemos que una de las acepciones del término "femicidio" para hablar de los crímenes contra las mujeres, refiere a la violencia tolerada o perpetrada por el Estado. Emmanuel Colombié, director de Reporteros Sin Fronteras (RSF), describe así el círculo de impunidad que termina con la vida de quienes informan: "En ciertos Estados, a nivel local los carteles pueden tener influencia directa en las instituciones políticas. Pueden dar órdenes directas a las autoridades locales. Los poderosos gobernadores usan en algunos Estados sus conexiones con organizaciones locales para castigar a los periodistas que investigan cualquier tema que pueda afectarles de forma negativa. Es una situación muy complicada."
"Obviamente -prosigue Colombié en el Huffington Post-, si no se coge a los responsables de estos crímenes contra los periodistas ni se les lleva ante la justicia, las cosas seguirán igual. Si no luchamos contra la impunidad, no resolveremos el problema, pero hay una falta de voluntad política al más alto nivel", denuncia.
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