SOCIEDAD / MEMORIA
Aunque se desconoce su lugar de origen, se sabe que vivió en Alejandría entre los siglos I y III de nuestra era y es reconocida mundialmente como la primera mujer alquimista de la historia y posiblemente la fundadora de la alquimia.
Sus inventos y observaciones fueron recogidos por autores posteriores y en especial por el alquimista, médico y filósofo del siglo XIII, Arnau de Vilanova.
Es importante destacar también que contribuyó de manera especial a lo que podríamos llamar “ciencia práctica”.
El primero en citarla es Zósimo de Panópolis, alquimista, también de Alejandría, que vivió en el siglo IV. Él menciona en sus escritos los experimentos y el instrumental que utilizaba la alquimista.
María es conocida y mencionada por otros autores con el nombre de “María la profetisa”, “María la Hebrea”, “María de Alejandría” o “la hija de Platón”.
Curiosamente, este nombre designaba entre los antiguos alquimistas occidentales al azufre blanco, que era una de las materias que trabajaba María.
Aunque sus escritos originales no han llegado hasta nosotros, sus obras son reproducidas por otros alquimistas.
Por el “Diálogo de María y Aros”, obra de autor anónimo, sabemos que utilizaba la leucosis y la xantosis (procedimientos químicos) y que identificó varios ácidos.
También se describen aparatos e instrumentos de laboratorio como los destinados a la destilación y la sublimación.
Entre estos los inventos más importantes fueron el Tribike, que es un alambique de tres brazos en el que se purifican las sustancias por el procedimiento de la destilación y el Kerotakis, utilizado para recoger vapores de sustancias calentadas previamente.
En este último aparato, calentando diversos metales y tras un largo procedimiento, se llegaba a obtener un material parecido al oro.
Pero, el invento por el que todos la conocíamos sin saberlo es el “Baño María”.
Este procedimiento, que consiste en meter un recipiente con la sustancia que queremos procesar o cocinar dentro de otro que contenga agua en ebullición ha permanecido prácticamente igual a lo largo de los siglos.
María lo utilizó, además de en algunos procedimientos químicos más complejos, en la obtención de sustancias volátiles o aromáticas, así como en la evaporación de extractos.
El que introdujo el término fue el mencionado Arnau de Vilanova, que en sus escritos lo menciona como “baño María”.
Fuente: supercurioso.com
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