SOCIEDAD / POLICIALES
(TN) - Hace tres años y medio la Justicia condenó a Alejandro Manrique a 10 años de prisión por abusar sexualmente de manera reiterada de una nena de 12 años.
Pero cuando lo fueron a buscar a la casa donde vivía en el barrio porteño de Caballito no lo encontraron. Ni ahí, ni en ninguna otra parte y desde entonces su nombre apareció en el listado de los diez prófugos más buscados del país. Hasta ayer, que fue sorprendido por la policía cuando salía de su casa de San Marcos Sierra, en Córdoba, donde había formado una nueva familia.
Manrique había sido condenado en primera instancia a 15 años de prisión en el año 2010, por el delito de abuso sexual agravado por el vínculo en cuatro ocasiones gravemente ultrajante, en concurso real con corrupción de menores.
Su defensa apeló dos veces, el acusado quedó libre y recién en febrero de 2014, tuvo sentencia firme aunque un poco más leve. Le dieron 10 años de prisión.
Pero mientras la justicia se tomaba su tiempo para decidir su castigo, el violador desapareció. Llegaron a ofrecer incluso una recompensa de medio millón de pesos por cualquier dato que permitiera ubicar al prófugo, pero se había esfumado sin dejar un solo rastro.
Y entonces apareció el dato que esperaban. Un llamado al Ministerio de Seguridad de la Nación, concreto, señalaba una dirección en la provincia de Córdoba y le dio un nuevo impulso a la investigación.
El operativo lo alcanzó en ese lugar, cuando en horas de la siesta salía de su nueva casa. Fue identificado y detenido por la policía y en las próximas horas sería trasladado a Buenos Aires.
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