POLÍTICA / VERSIÓN DEL VATICANO
Andrés Beltramo Álvarez es el periodista que en 'Vatican Insider' escribe sobre temas argentinos que involucran al papa Francisco.
SU CRÓNICA SOBRE LA VISITA DE ESTELA DE CARLOTTO ES LA SIGUIENTE:
“El Papa está enterado y preocupado por la pobreza, los despidos, y la situación de la Argentina. Le preocupa todo el mundo, en realidad. Y reza por nosotros”. Son palabras de Estela de Carlotto, referente de la organización de defensa de los derechos humanos, Abuelas de Plaza de Mayo.
Tras recibir un reconocimiento en Milán, fue recibida este jueves por Francisco en audiencia privada. “No fue muy larga, pero sí fue muy interesante. Hablamos de todo lo que debíamos hablar”, contó ella, inmediatamente después del encuentro.
Duró unos 20 minutos y tuvo lugar en el Palacio Apostólico del Vaticano.
La acompañaron su hija Claudia Carlotto, directora ejecutiva de la Comisión por el Derecho a la Identidad (Conadi); la religiosa Geneviève Jeanningros, sobrina de Léonnie Duquet, una de las dos monjas francesas desaparecidas durante la dictadura militar (1976-1983) y Jorge Ithurburu, referente de la organización italiana 24 de Marzo.
“Hablamos de Argentina, está preocupado por la situación”, dijo Carlotto a un grupo de periodistas justo fuera de la Puerta de Santa Ana, uno de los ingresos al Vaticano. Aseguró que está muy informado sobre problemas como la pobreza, los despidos y la existencia de “violaciones a los derechos humanos”.
Pero prefirió no abundar más, argumentando que su objetivo principal era renovar el pedido de colaboración a la Iglesia católica para el acceso a todos los archivos eclesiásticos de tiempos de la dictadura.
Por ese motivo, ella le entregó una carta en la cual, entre otras cosas, expuso las dificultades de algunas familias de desaparecidos para hacerse de la información en algunos archivos que ya fueron abiertos por orden del mismo Papa.
Explicó que el trámite “es muy largo y engorroso” porque debe intervenir la justicia argentina, mandar una solicitud y esta debe ser estudiada. De todas maneras expresó cierta esperanza, luego que algunos familiares lograron conseguir en la Santa Sede datos sobre desaparecidos.
“O sea que existen, pero hay que rastrearlos”, precisó.
Destacó la figura del nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, a quien calificó de “excelente persona, muy simple y muy buena”.
“Tuvo la gentileza de venir a visitarnos a nuestra casa, el Papa dijo que es muy bueno”, insistió. Al mismo tiempo, anticipó que pronto se comunicará con el vicario castrense argentino, Santiago Olivera, para pedirle el registro de bautismo de la capilla de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros de detención clandestina.
“Me dijo que los archivos están en Buenos Aires, que están duplicados y certificados como verídicos. Ahora voy a ver allá, mucho no hablamos de eso. Lo tomó por sorpresa el descubrimiento (del libro de bautismo) y le dio consejos a Olivera sobre cómo manejarlo, con mucha discreción porque puede haber algún dato que nos venga bien o no. Le dije que nosotros lo queremos ver”, siguió.
Más adelante afirmó no haberse atrevido a preguntarle por qué no viajará pronto a la Argentina, aunque algunas personas se lo habían pedido. “Es un tema muy suyo y él ya sabrá”, precisó. Aseguró que tiene respeto a la investidura de Papa, se reconoció “católica a su manera” y aseguró considerarlo como “un hermano”, de ahí que se permite “decirle cosas” y “ver su cara alegre”.
“Lo encontré bien, está muy ocupado y muy preocupado. Hablamos de temas de violaciones a los derechos humanos, otra de las premiadas en Milán justamente viene de México y él está muy preocupado por lo que está pasando allá, con tanta muerte, dice que mataron a dos sacerdotes apenas ayer”, precisó.
“Fue una charla muy amena, lo hice reír un poco. No es que le falté el respeto, me inspira mucha confianza”, estableció. También aceptó sentir un poco de culpa porque no llegó a conocerlo en Argentina, donde tenía una opinión distinta de él, pese a tener amigos en común.
“Uno se deja influenciar, pero cuando se supo la verdad me rectifiqué, por supuesto que él lo sabe, y ahora yo creo que la obra que está haciendo a nivel mundial es excelente”, abundó.
Afirmó que reza por todo el mundo. Que le bendijo “algunas cositas”, como rosarios.
Y reflexionó: “En Argentina lo que se necesita es tenernos como amigos, para levantar el país en lo que está cayendo, para recuperar lo que se está perdiendo, pero siempre en paz porque todo lo que sea violencia o actos que transgreden lo normal, en eso no estamos de acuerdo las Abuelas. Cumplimos 40 años, tenemos mucha paciencia y la vamos a seguir teniendo”.
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