(U24) - En un discurso inusual, más largo que los que suele dar (de unos 30 minutos), Mauricio Macri intentó instalar una agenda positiva en medio de lo que dijo es "una tormenta de frente" que está afectando a la economía local.
Para ello, esta vez obvió algún tipo de autocrítica -había reconocido "errores" de gestión en el discurso del 9 de Julio- y enfocó la responsabilidad de la incipiente recesión en factores externos como la guerra comercial entre USA y China, que encarece el crédito; la suba del precio del petróleo; y "el cambio climático", corporizado en la sequía que afectó al sector agropecuario.
Además, Macri insistió en el déficit fiscal "que no nos deja crecer" como problema de fondo. Y si bien habló de "los 15 años anteriores" en los que se profundizó el problema, le dio un cariz estructural al asegurar que se trata de una cuestión que condiciona a la Argentina "desde hace 70 años".
"Una vez que habíamos tomado envión, que estábamos creciendo, nos topamos con una tormenta de frente", se lamentó el Presidente durante una visita a la planta que la automotriz Renault-Nissan tiene en la provincia de Córdoba.
Lo escuchaba el gobernador Juan Schiaretti. Pero al panorama adverso, Macri intentó desdramatizar, algo que los entendidos adjudican al regreso de Jaime Durán Barba en la gestión de la comunicación del Gobierno, luego de varias semanas alejado por una operación coronaria.
Para bajarle el tono a la "tormenta", que los analistas anticipan como irreversible, Macri apeló a un juego de diferencias, por decirlo de alguna manera, en relación a situaciones de crisis (Macri no quiere usar esa palabra) que anteriormente afectaron a la economía argentina.
El jefe de Estado dijo que "más allá de los temores, esta tormenta no es igual a otras del pasado", y para distinguirla citó:
<"Cómo reaccionamos": Aseguró que "no nos quedamos llorando las cosas que nos pasan" y, en consecuencia, "actuamos rápidamente" para "encarar estas nuevas dificultades".
Dijo esa reacción fue "de manera inédita, sin cambiar el rumbo, ni dudar que es el correcto", con lo que defendió lo actuado hasta ahora desde el inicio de la gestión y se entiende también como una forma de soslayar los errores propios.
Desde allí, Macri enumeró las "cosas muy buenas que están pasando" a la vez que no niega -dijo- "la tormenta".
Citó el caso de Vaca Muerta y prometió que en "2 años vamos a ser exportadores netos de petróleo". Dijo que "en 4 años vamos a ser los principales productores de litio, insumo para las baterías, del mundo".
Habló de la exportaciones de carne a Japón, y que se han abierto "más de 69 mercados para más de 100 productos".
La introducción de cítricos a USA y el turismo también fueron parte de la agenda 'duranbarbista' del Presidente en Córdoba.
"No lo digo para negar los problemas que tenemos, no para decís que esto alcanza. Claramente no alcanza. Vamos por más, sin negar las cosas buenas, para tener la energía de enfrentar los problemas que heredamos", dijo.
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