María Gabriela Chávez (hija del fallecido Hugo) junto a Roberto y Eugenia Vignati |
Lo que Rosa Virginia tiene a su favor es el hecho de estar casada con el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza. María Gabriela Chávez fue designada por Maduro representante venezolana en Naciones Unidas para alejarla de La Casona —la residencia presidencial que Maduro quería habitar— y de un escándalo de corrupción, al tiempo que le regalaba una vida privilegiada en Nueva York: según el periódico argentino, Bioart SA, una empresa argentina de Rosario (Santa Fe), propiedad de los hermanos Vignati, con los que la hija de Chávez mantiene amistad, a la que se atribuyen vínculos con el ministro de Planificación Federal Julio De Vido, exportó más de 40.000 toneladas de maíz a Venezuela a precios del 80% superiores a los del mercado.
Según en su momento publicó el diario Clarín, los Vignatti comenzaron la exportación de maíz el 28/02/2014, justo después de una visita a la embajada argentina en Caracas en la que se reunieron con María Gabriela Chávez”.
A Bioart S.A se la señalaba por acaparar la totalidad del cupo de exportación de “arroz Paddy” pactado entre los gobiernos de Argentina y Venezuela en mayo del 2013 y venderlos a valores muy superiores a los del mercado.
Las cifras hablaban de 40 mil toneladas de maíz vendidas al país caribeño a valores casi 80% superiores a los del mercado por unos US$ 16 millones. Los Vignati respondieron en su momento que del comercio que mantienen con Venezuela no participó ningún tipo de funcionario nacional argentino ni venezolano y que funcionaban de manera totalmente legal.
Pasó el tiempo, y tras una denuncia de Elisa Carrió, un informe televisivo de Telenoche El Tres vuelve sobre esa historia y confirma lo mencionado por U24. La denuncia de la diputada de Cambiemos apunta a una asociación ilícita junto a Julio De Vido.
Pero desde 2016 el Ministerio Público Fiscal instruye una investigación por soborno trasnacional, originada por negocios con Venezuela. "De pertenecer y de ser empleado Roberto Vignati, que es el cabecilla, de un pequeño taller de silos en Arteaga pasó a ser el dueño del Hyatt de Mendoza y tener negocios en la industria del petróleo.
De la noche a la mañana en apenas cuatro años acumularon una riqueza sorprendente", dijo a El Tres Matías Longoni, periodista especializado en agro que publicó varias investigaciones. La clave pasa por la exportación de arroz con presuntos sobreprecios a Venezuela a través de Bioart, que irrumpió en el mercado y desplazó a productores entrerrianos que habían acordado su participación a través de un fideicomiso, recuerda Rosario 3.
El informe de El Tres recopila además la compra o creación de 23 empresas en Arteaga, Cruz Alta, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires. También su desembarco en Arteaguense, el club del pueblo, donde lograron el crecimiento institucional y varios títulos de fútbol.
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