martes, 9 de agosto de 2011

POLICIALES: SALTA

CRIMEN DE LAS TURISTAS FRANCESAS

¿Más cerca del asesino?

El juez Martín Pérez ordenó la remisión de las muestras de ADN de todos los detenidos para que sean cotejadas con las tomadas de los cuerpos de Cassandre Bouvier y Houria Moumni. Hoy (09/08) continuaron las declaraciones indagatorias.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) El Juez de Instrucción Formal de Primera Nominación, Martín Pérez, ordenó este martes (09/08) la remisión de las muestras genéticas extraídas a todos los detenidos en la causa por el homicidio de las turistas francesas. Las mismas serán cotejadas con las tomadas de los cuerpos de Cassandre Bouvier y Houria Moumni.

Esta mañana, en tanto, completaron su declaración indagatoria
Santos Clemente Vera y Walter Orlando Lasi, sumándose a las recibidas ayer de María Fernanda Cañizares y Omar Darío Ramos. Como se recordará, Federico Cañizares hizo uso del derecho de abstención, mientras que Gustavo Lasi adujo sentirse mal e interrumpió su declaración.

Las turistas francesas fueron halladas muertas en la Quebrada de San Lorenzo el pasado viernes 29 de julio. Desde ese momento, el Juez a cargo de la causa ha dispuesto distintas medidas con la finalidad de determinar los responsables del hecho.


Según publica
El Tribuno, los estudios de ADN que se realizarán en los laboratorios de la Facultad de Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires permitirán definir el perfil genético de quienes fueron los autores del crimen. El resto de las muestras extraídas durante la autopsia de los cuerpos serán analizadas en el laboratorio del CIF (Cuerpo de Investigadores Fiscales).

Por otra parte, el avance de las pesquisas y la aparición de las nuevas pistas, como una toma fotográfica de las cámaras de las jóvenes turistas francesas, servirían para establecer que Cassandre y Houria
habrían sido atacadas a las dos horas y media de su ingreso al paseo de la quebrada de San Lorenzo.

Tres
fotos recuperadas de la memoria por personal de Informática del Poder Judicial -ya que habían sido borradas- permitieron determinar por primera vez un lugar y un horario aproximados para el crimen.

Una primera toma muestra a una de las jóvenes posando, durante un parate del ascenso. Otra retrata una panorámica de la quebrada, para mostrar el paisaje. La última foto recobrada fue tomada desde el suelo a las 18.35 del 15 de julio, aparentemente cuando la cámara se accionó al caer. Es decir, dos horas 32 minutos después de su ingreso al paseo de la quebrada.


# Un testimonio que complica
a Gustavo Laxi

Ayer, el testimonio de una de las detenidas complicó al resto de los apresados. Se trata de
María Fernanda Cañizares quien declaró, pese al consejo de su abogado de abstenerse.

La joven dijo que sabía que su novio,
Gustavo Laxi, tenía un arma que pertenecía a su abuelo y que intentó deshacerse de ésta. Para ello le entregó la carabina a su padre, Walter Orlando, quien la habría desarmado para luego entregársela a Omar Darío “Pajarito” Ramos.

Según esta declaración, Ramos, quien se desempeñaba ocasionalmente como guía en la empresa Puma Expeditions habría intentado esconderla en la casa de su patrón, aprovechando la ausencia de éste. Esa misma arma habría servido para incriminar a
Daniel Octavio Vilte Laxi, quien había ofrecido una, supuestamente la secuestrada, para la venta.

La chica además declaró que su pareja le entregó un celular (que dijo que adquirió a $150 a un compañero de trabajo), que recibió el día 18. Luego señaló que, dos días después, Laxi le regaló una cámara de fotos y argumentó que la había encontrado en un comercio de San Lorenzo.


Sin embargo, la joven añadió que las memorias estaban vacías y que en ningún momento sospechó cuál sería su origen.


También se presentó ante el juez su hermano
Federico Cañizares, (23 años, aspirante a agente de la Policía), quien no declaró.

El último testimonio de la jornada fue el de Omar Darío “Pajarito” Ramos, quien indicó que recibió las armas y las escondió, pero dijo que actuó de buena fe y se desligó del crimen, declarándose inocente.


Ahora deberá comprobarse si la carabina semiautomática calibre 22, que estaba desarmada cuando fue secuestrada, fue la que percutó las balas que acabaron con la vida de las jóvenes.



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