Foto: Juan Manuel FOGLIA |
El belga se impuso por 6-3, 6-2 y 6-1 y niveló la serie ante Argentina. El partido decisivo será entre Delbonis y Darcis o Bemelmans.
Apenas un rato tardó el belga David Goffin en encontrarle la vuelta y adaptarse al juego de Diego Schwartzman.
Cuando lo hizo, fue una máquina imparable para el argentino. El número 15 del mundo se impuso por 6-3, 6-2 y 6-1 en apenas una hora y 47 minutos y puso el 2-2 en la semi de Copa Davis que se juega en Bruselas.
Ahora la responsabilidad de la definición quedó en manos de Federico Delbonis, quien espera confirmación sobre el rival: Steve Darcis o Ruben Bemelmans.
Se sabía desde antes del comienzo que en este duelo entre Goffin y Schwartzman, toda la presión era del local. Porque es el número 15 del mundo y su rival el 68, pero también porque él no tenía en su carpeta de opciones la de perder este partido. Si no lo ganaba, su equipo no podría seguir en la lucha por un lugar en la final de la Copa Davis.
Schwartzman comenzó mostrando lo mejor de su juego: mucha movilidad y solidez en los peloteos. En el tercer game tuvo un doble break point que no pudo aprovechar, en el siguiente se recuperó de un 0-40 que amenazó con convertirse en la primera ventaja para el local y en el quinto volvió a dejar pasar una oportunidad de quiebre.
A esa altura, el primer objetivo parecía cumplido: el belga tenía en la cabeza que no iba a ser un partido sencillo. Pero el panorama cambió en la segunda mitad del set. Goffin ganó cómodo su game de saque para 4-3, quebró el servicio del argentino en 15 para tomar una ventaja en el marcador y cerró el parcial por 6-3 con la categoría que corresponde a un jugador de su nivel.
En ese puñadito de minutos el partido dio un vuelco que puede llegar a resultar decisivo. Goffin tuvo una racha de 19 puntos ganados sobre 21 con la que aprovechó para llevarse el set inicial y tomar el saque del argentino en el nacimiento del segundo.
A esa altura el local era todo confianza, y el argentino estaba en un tobogán. La estadística que mostró mayor diferencia en el parcial fue la de los tiros ganadores: mientras Goffin sumó 14, Schwartzman apenas arrimó 5 (en el primer set habían terminado con 9 cada uno).
El 6-2 no deja dudas sobre la absoluta superioridad del número 15 del mundo. El tercer set siguió el camino del anterior. Toda la confianza de Goffin se reflejó en la amplia diferencia en winners (15-3), y para este último capítulo agregó 7 aces.
No hubo sorpresa en Brusela. Goffin no dejó ninguna duda y le dio una vida más a Bélgica. Para Schwartzman, el sueño duró apenas seis games. (clarín.com)
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