lunes, 18 de septiembre de 2017

"PREFERÍA QUE ME MATEN Y NO QUE ME DEJEN VIVO, POR DIOS LES DIGO"

MEMORIA / JULIO LÓPEZ 



(U24) - Jorge Julio López fue un albañil nacido el 24/11/1929, en General Villegas, Provincia de Buenos Aires, quien tiene un récord trágico: desapareció 2 veces. Simpatizante peronista -aunque no llegó al escalón de militante-, tuvo que dejar su localidad en ocasión de la Revolución Libertadora, impulsada por el general Eduardo Lonardi (aquel del efímero "ni vencedores ni vencidos", el 15/09 se cumplieron 121 años de su nacimiento). 


Una vez instalado en la localidad de Los Hornos, La Plata, pasó por algunos trabajos hasta que llegó a la industria de la construcción. Pero él frecuentaba la Unidad Básica "Juan Pablo Maestre", en honor a un peronista militante de la FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) desaparecido el 13/07/1971. (Maestre fue asesinado el mismo día y su pareja, Mirta Misetich, continúa desaparecida).

Según Pedro Lipcovich, la desaparición de Misatich fue la 1ra. vez que se aplicó la metodología –incluyendo zona liberada– que habría de utilizarse a partir del golpe de estado de 1976.

López había construido su propia casa en 140 y 69, y todo parecía irle bien. Sin embargo, el 24/03/1976, con el conocido "Proceso de Reorganización Nacional", los militares llegaran a Los Hornos y comenzaran a chuparse peronistas.

El 27/109/1976, Jorge Julio López desapareció por 1ra. vez. Fueron 160 días en varios centros clandestinos tales como el Pozo de Arena y las comisaría 5ta. y 8va. En abril de 1977, luego de haber sido golpeado, maltratado y torturado, fue trasladado a la Unidad 9 y lo convirtieron en un detenido legal.

Estuvo 812 días más hasta recuperar la libertad en junio de 1979.

En 1983 regresó la democracia con el presidente Raúl Alfonsín, y llegaron los juicios por crímenes de terrorismo de Estado, quienes habían sobrevivido y se animaban a revivir esos momentos, comenzaban a ser llamados como testigos en las causas.

Uno de los principales acusados fue el comisario bonaerense Miguel Osvaldo Etchecolatz, ex policía provincial, mano derecha del general de brigada Ramón Camps, quien fue jefe policial.

Etchecolatz fue Director de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires entre marzo de 1976 y fines de 1977. Tuvo a su cargo los 21 campos clandestinos de detención que funcionaron en la provincia.

Fue condenado a prisión perpetua en reiteradas ocasiones, por diversos crímenes de lesa humanidad, mediante sentencias dictadas en 1986, 2004, 2006, 2014 y 2016, unificadas en una pena única de reclusión perpetua. Etchecolatz tuvo siempre contactos e influencias, hasta detenido.

Hasta el 08/08/2017, aquel homicida, condenado a cadena perpetua, culpable en 5 causas contra los derechos humanos, seguía siendo un agente de la fuerza policial. Etchecolatz también comandaba uno de los grupos que secuestró a los jóvenes estudiantes en el terrible hecho de "La Noche de los Lápices", del cual el 16/09 se cumplieron 41 años.

A fines de 2011 se inició un juicio colectivo contra varios represores entre quienes está Etchecolatz, por delitos de lesa humanidad cometidos en la provincia de Buenos Aires, en el ámbito de denominado "Circuito Camps".

López aportó muchísimos datos a la causa judicial: nombres, fechas, lugares, estaba decidido a que se hiciera haga justicia. Pero el 18/09/2006 cuando había salido de su casa para asistir al último tramo del juicio, nunca llegó y nunca volvió. Jorge Julio Lópe z desapareció por 2da. y última vez.

El 24/10/2014, Etchecolatz y otros 14 represores fueron condenados por delitos cometidos en el centro de detención clandestino de La Cacha. Mientras se leía la sentencia, el fotógrafo Leo Vaca, del portal Infojus, tomó varias fotografías de un papel que Etchecolatz tenía en sus manos, donde se leía escrita a mano la siguiente anotación: "Jorge Julio López".

Ahora que estamos con los días 18 también, es válido también nombrar al suicidado fiscal, Alberto Nissman "se suicidó" el 18/01/2015, no sin antes golpearse la nariz, los riñones, y poner una mano atrás de su cabeza para que la bala vaya de atrás hacia adelante y una vez muerte giró su cuerpo y se limpió los rastros de pólvora de las manos y brazos (¿no?).

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