Murió Fanny Edelman, referente del comunismo argentino y activista por los derechos humanos
La centenaria militante pertenecía a la línea fundadora del Partido Comunista Argentino. Participó en la Guerra Civil española y fue luchadora por los derechos de la mujer.
Fanny Edelman, la última dirigente de la vieja guardia del Partido Comunista Argentino, cuya presidencia honoraria ejercía, falleció este martes (1/11) a los 100 años.
Edelman había ingresado a un centro asistencial el viernes último aquejada por una infección de vesícula, que derivó luego en otras complicaciones, explicó en breve diálogo telefónico con la agencia Prensa Latina Patricio Echegaray, secretario general del partido, quien destacó "la vida larga, intensa y dedicada siempre a causas nobles" de la veterana luchadora.
Edelman había participado en la Guerra Civil Española como voluntaria de las Brigadas Internacionales que llegaron de todo el mundo para combatir el fascismo y hace pocos meses fue homenajeada por su trayectoria política en el Teatro Nacional Cervantes.
Será velada por su familia yel miércoles (2/11), antes de ser cremada en el cementerio de la Chacarita, sus camaradas realizarán un acto de despedida.
Nacida como Fanny Jabcovsky el 27/2 de 1911 -en Córdoba- en el seno de una familia de inmigrantes rusos, Fanny Edelman adoptó el apellido de su marido para la lucha política que inició poco despues del golpe del 6/9 de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen.
Las inclinaciones corporativas y antisemitas del general José Félix Uriburu la llevaron a acercarse a un grupo de intelectuales de izquierda entre los que se contaban Leonidas Barletta y Alvaro Yunque, y en 1934 ingresó al comunismo.
Para entonces ya había trabajado en un taller textil, era maestra de música y concentró su actividad militante primero en solidaridad con los presos políticos, y luego en el Socorro Rojo Internacional.
Casada en 1936 con Bernardo Edelman, dirigente del gremio de la construcción que había liderado una huelga de albañiles, realizó colectas a favor de la República Española y en septiembre de 1937 fue movilizada por el PC junto a su marido a Valencia, para participar de la defensa republicana.
En mayo de 1938 regresó a la Argentina convertida ya en una figura femenina conocida en el ámbito internacional, y particpó de movimientos de apoyo a la Unión Soviética, China, Cuba, el gobierno socialista del chileno Salvador Allende y la revolución sandinista en Nicaragua.
En 1972, en representación de la Unión de Mujeres Argentinas, asumió la conducción de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, desde donde realizó actividades en América latina, Asia y Africa en defensa de los derechos de género, e impulsó el Año Internacional de la Mujer y el Encuentro de la ONU en Nairobi en 1975.
También llevó ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en 1978 el testimonio de cientos de familiares y víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina.
En el curso de su extensa vida conoció y trató con una gran variedad de figuras, desde Antonio Machado y Miguel Hernández, hasta los líderes soviéticos y del comunismo chinos, al Che Guevara y a Fidel Castro.
Edelman había ingresado a un centro asistencial el viernes último aquejada por una infección de vesícula, que derivó luego en otras complicaciones, explicó en breve diálogo telefónico con la agencia Prensa Latina Patricio Echegaray, secretario general del partido, quien destacó "la vida larga, intensa y dedicada siempre a causas nobles" de la veterana luchadora.
Edelman había participado en la Guerra Civil Española como voluntaria de las Brigadas Internacionales que llegaron de todo el mundo para combatir el fascismo y hace pocos meses fue homenajeada por su trayectoria política en el Teatro Nacional Cervantes.
Será velada por su familia yel miércoles (2/11), antes de ser cremada en el cementerio de la Chacarita, sus camaradas realizarán un acto de despedida.
Nacida como Fanny Jabcovsky el 27/2 de 1911 -en Córdoba- en el seno de una familia de inmigrantes rusos, Fanny Edelman adoptó el apellido de su marido para la lucha política que inició poco despues del golpe del 6/9 de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen.
Las inclinaciones corporativas y antisemitas del general José Félix Uriburu la llevaron a acercarse a un grupo de intelectuales de izquierda entre los que se contaban Leonidas Barletta y Alvaro Yunque, y en 1934 ingresó al comunismo.
Para entonces ya había trabajado en un taller textil, era maestra de música y concentró su actividad militante primero en solidaridad con los presos políticos, y luego en el Socorro Rojo Internacional.
Casada en 1936 con Bernardo Edelman, dirigente del gremio de la construcción que había liderado una huelga de albañiles, realizó colectas a favor de la República Española y en septiembre de 1937 fue movilizada por el PC junto a su marido a Valencia, para participar de la defensa republicana.
En mayo de 1938 regresó a la Argentina convertida ya en una figura femenina conocida en el ámbito internacional, y particpó de movimientos de apoyo a la Unión Soviética, China, Cuba, el gobierno socialista del chileno Salvador Allende y la revolución sandinista en Nicaragua.
En 1972, en representación de la Unión de Mujeres Argentinas, asumió la conducción de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, desde donde realizó actividades en América latina, Asia y Africa en defensa de los derechos de género, e impulsó el Año Internacional de la Mujer y el Encuentro de la ONU en Nairobi en 1975.
También llevó ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en 1978 el testimonio de cientos de familiares y víctimas del terrorismo de Estado en la Argentina.
En el curso de su extensa vida conoció y trató con una gran variedad de figuras, desde Antonio Machado y Miguel Hernández, hasta los líderes soviéticos y del comunismo chinos, al Che Guevara y a Fidel Castro.
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