"Un ataque contra Irán sería catastrófico"
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El 1er. ministro ruso, Vladimir Putin, ha señalado este sábado que Rusia está preocupada por la "creciente amenaza" de un ataque contra Irán como consecuencia de su programa nuclear y ha advertido que las consecuencias del mismo serían "catastróficas".
"La creciente amenaza de un ataque militar contra este país (Irán) preocupa a Rusia, sin duda. Si esto ocurre, las consecuencias serán auténticamente catastróficas. Es imposible imaginar su auténtica dimensión", ha asegurado Putin en un artículo que se publica el lunes 27/02.
Putin ha lanzado otra advertencia a las naciones occidentales y árabes contra la intervención militar en Siria. "Espero que Estados Unidos y otros países (...) no intenten establecer un escenario militar en Siria sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU ", ha explicado Putin, de acuerdo con la transcripción.
Grecia
En tanto, Irán estuvo activo durante las últimas horas.
Irán se negó a entregarle a Grecia un cargamento de 500.000 barriles de crudo, informó la agencia semioficial de noticias Fars, en una medida de represalia contra las sanciones de la Unión Europea a la república islámica.
"Los buques petroleros que habían llegado a una refinería en Grecia para transferir 500.000 barriles de petróleo iraní tuvieron que volver con las manos vacías después de que Irán se negó a dar el envío", informó Fars, sin citar fuentes.
Fars dijo que los buques estaban "destinados a la refinería griega Hellenic", pero un funcionario de la firma negó que se les hubiera negado algún envío.
"Eso no tiene nada que ver con nosotros (...) todos los suministros de Irán han sido procesados con normalidad", dijo el funcionario de la compañía a Reuters.
Los operadores dijeron el 24/02 que la firma con sede en Suiza Totsa, brazo comercial de la petrolera francesa Total, y la empresa de comercio energético Mercuria, se encontraban en negociaciones por separado con Hellenic Petroleum para ayudar a reemplazar el crudo iraní.
Glencore, uno de los líderes en el comercio de materias primas que realizó negocios con Grecia durante la crisis de deuda, también podría aumentar el suministro, han dicho fuentes comerciales.
El Ejército
En cuanto a Putin, el periódico ruso Rossiiskaya Gazeta publicó la siguiente columna de opinión del ex Presidente, hoy 1er. ministro y candidato presidencial, seguro futuro Presidente de Rusia:
En un mundo agitado, siempre existe la tentación de resolver los problemas de cada uno a expensas de otro, mediante las presiones y la fuerza.
No es extraño que algunas voces pidan que los recursos de importancia mundial dejen de ser materia de soberanía exclusiva de un solo país. Pero Rusia no puede dejar que le suceda eso, ni siquiera de forma hipotética.
En otras palabras, no podemos permitirnos dar ninguna muestra de debilidad que represente una tentación para otros. Nunca renunciaremos, bajo ninguna circunstancia, a nuestra capacidad estratégica de disuasión. Todo lo contrario: vamos a reforzarla.
No podremos fortalecer nuestra posición estratégica ni desarrollar nuestra economía y nuestras instituciones democráticas si no somos capaces de proteger Rusia.
Vemos cómo estallan sin cesar nuevas guerras regionales y locales. Vemos nuevas zonas de inestabilidad y caos deliberadamente organizado. Vemos intentos de provocar conflictos junto a las propias fronteras de Rusia y sus aliados. Se degradan y se erosionan los principios fundamentales del derecho internacional, sobre todo en lo relativo a la seguridad internacional.
En tales circunstancias, Rusia no puede depender solo de los métodos diplomáticos y económicos para resolver conflictos. Nuestro país se enfrenta a la tarea de desarrollar suficientemente su potencial militar como parte de una estrategia de disuasión. Es una condición indispensable para que Rusia se sienta segura y nuestros socios presten atención a nuestros argumentos.
Hemos adoptado programas sin precedentes, que estamos ahora llevando a la práctica, para desarrollar nuestras Fuerzas Armadas y modernizar el sector ruso de la defensa. Asignaremos alrededor de 23 billones de rublos para estos fines durante el próximo decenio. Sin embargo, no se trata de una militarización del presupuesto ruso.
Nuestro objetivo debe ser construir un Ejército totalmente profesional. Los soldados deben disponer de todo un paquete de prestaciones sociales que sean proporcionales a su inmensa responsabilidad social.
Es evidente que ha habido muchas discusiones sobre el volumen y el calendario de esta financiación a gran escala. No podemos seguir aplazando el objetivo de crear unas Fuerzas Armadas modernas y reforzar a fondo nuestro potencial defensivo.
De hecho, nuestros centros y empresas de defensa ya han perdido varios ciclos de modernización en los últimos 30 años. Pese a ello, hemos dado grandes pasos en la reforma del Ejército. Se han constituido fuerzas de intervención inmediata, formadas por soldados contratados, en todas las áreas estratégicas. Se han creado unidades autosuficientes. En 2008, una unidad de este tipo llevó a cabo la operación de paz en Georgia y defendió a los pueblos de Osetia del Sur y Abjasia.
Nuestra Marina ha reanudado su presencia en zonas estratégicas de los océanos de todo el mundo, empezando por el Mediterráneo.
¿Qué nos deparará el futuro? No parece muy probable una guerra entre potencias nucleares, porque significaría el final de la civilización. Nadie se va a atrever a lanzar una agresión a gran escala contra nosotros.
Las armas convencionales de alta precisión y largo alcance serán cada vez más habituales. Un factor importante, e incluso decisivo, para determinar el carácter de un conflicto armado, será la capacidad militar de un país para contrarrestar amenazas desde el espacio o utilizando las tecnologías de la información, sobre todo en el ciberespacio.
También debemos emprender firmes medidas para reforzar nuestras defensas aeroespaciales. Los programas de defensa antimisiles de Estados Unidos y la OTAN están obligándonos a actuar. Para garantizar un equilibrio mundial de fuerzas es necesario o que construyamos nuestro propio escudo antimisiles –un empeño costoso y, hasta ahora, más bien ineficaz–, o que logremos ser capaces de superar cualquier sistema de defensa antimisiles y proteger nuestro poder de represalia, algo mucho más útil. La respuesta militar y técnica de Rusia al sistema global de defensas antimisiles de Estados Unidos, con su sección europea, será eficaz y asimétrica.
Asimismo, las actividades que han iniciado las principales potencias militares del planeta en torno al Ártico están obligando a Rusia a asegurar sus intereses en la región.
Algunos dicen que reconstruir nuestro complejo militar-industrial va a suponer una pesada carga para nuestra economía, la misma carga que llevó a la Unión Soviética a la bancarrota. No me cabe duda de que esa es una teoría absurda.
Los inmensos recursos invertidos en modernizar nuestro complejo militar-industrial y reequipar el Ejército deben contribuir a alimentar los motores de la modernización de nuestra economía y crear un crecimiento real y una situación en la que el gasto público financie nuevos puestos de trabajo, sostenga la demanda del mercado y facilite la investigación científica.
Nos mostraremos decididos a la hora de eliminar la corrupción en el sector de la defensa y las fuerzas armadas y garantizaremos que el castigo para quienes infringen la ley sea inevitable. La corrupción en el sector de la seguridad nacional es, en definitiva, una traición.
Debemos utilizar los últimos avances en el arte de la guerra. Quedarse atrás significa volverse vulnerables. Significa poner a nuestro país y las vidas de nuestros soldados y oficiales en peligro.
El objetivo es fortalecer nuestra economía nacional, no debilitarla, y crear un Ejército y una industria militar que garanticen la soberanía de Rusia, el respeto de nuestros socios y una paz duradera.
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