domingo, 25 de marzo de 2012

INTERNACIONALES

Las fallas de la DCRI en días de Yihad individual



El caso de Mohamed Merah obliga a Europa replantear el tema Al Qaeda.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Mohamed Merah conversó con los agentes durante horas antes del fatal desenlace en Toulouse. En esas conversaciones reveló que nunca quiso participar en un atentado suicida porque prefería multiplicar sus ataques, con los que "Francia ha quedado de rodillas", según Le Journal du Dimanche. El joven dijo sentir un "placer infinito" en los asesinatos, necesitaba "ver, tocar y disparar a sus víctimas" y se lamentó de haber llegado a la escuela judía antes de la hora de comienzo de las clases, porque así podría haber causado más víctimas.
 
Merah había alquilado un Clio y un Megane: las autoridades creen que pretendía salir de la región de Midi-Pyrénées e iniciar una "road movie de asesinatos" con el argumento de que la muerte de soldados en Francia tendría el mismo efecto que su muerte en Afganistán.
 
En cuanto a los videos que grabó el mismo sobre los ataques, aseguró que han sido ya enviados a sus "hermanos", por lo que pronto estarían colgados en Internet. 
 
Su hermano, Abdelkader Merah, fue interrogado hoy domingo 25/03 por un juez antiterrorista de París, que lo investiga por supuesta complicidad en asesinato y asociación para la preparación de atentado terrorista.
 
"Las investigaciones de la Policía han permitido plantear contra Abdelkader Merah la existencia de indicios graves que corroboran o hacen verosímil su participación como cómplice en la comisión de delitos vinculados a una empresa terrorista", ha informado la Fiscalía en un comunicado. 
 
Abdelkader, de 29 años, fue trasladado de madrugada hasta el Palacio de Justicia de París. Su mujer fue puesta en libertad sin cargos tras 94 horas de interrogatorios.
 
El gobierno francés ha tratado de dar la impresión de que el manejo del caso Merah fue un éxito.
 
¿Lo fue?
 
Algunos se han preguntado si la comunidad de inteligencia, en su afán por adaptarse a la nueva amenaza de la militancia islamista en Europa después de ataques como el de Madrid en 2004 y Londres en 2005, no dejó de lado los métodos tradicionales de vigilancia policial.
 
"Los medios técnicos son muy avanzados, pero no sustituyen a los humanos", dijo a la BBC el veterano periodista francés Alain Hamon, que se especializa en el ámbito policial y el terrorismo.
"Es imposible decir"
 
Las preguntas sobre la vigilancia de Francia a Merah y sospechosos similares apuntan a la estructura misma del servicio de inteligencia nacional, la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI).
 
La DCRI no interrogó a Merah sobre sus actividades en Afganistán en 2010, sino hasta casi un año después de su regreso a Francia.
De hecho, lo llamaron para una entrevista en octubre y Merah les dijo que no estaba en Francia, sino en Pakistán.
 
Cuando Merah regresó, en noviembre, declaró al servicio de inteligencia que había estado recorriendo la región y les mostró fotos de sus viajes.
 
"Tenía el perfil de un yihadista, pero no se interesaron más en él", señaló el experto en seguridad Francois Heisbourg.
 
Él le dijo al diario Liberation que sólo unas pocas decenas de franceses habían "hecho el viaje a Afganistán", y que los que lo habían hecho desde el sudoeste de Francia se podían contar con los dedos.
 
Si a su largo registro de antecedentes penales en Francia se le suman los viajes sospechosos de Merah al extranjero, se concluye que el sospechoso debería haber sido objeto de una vigilancia constante, según Hamon.
 
Segun él, la DCRI fracasó en su deber "a todos los niveles".
 
Según Hamon, deberían haberse puesto en alerta por:
 
> Los antecedentes de Merah que lo muestran como un criminal violento y su reputación de tendencias extremistas en su propio barrio.
> Los supuestos vínculos de su hermano con los yihadistas de Libia.
> Sus visitas a Afganistán y Pakistán.
 
Hamon no culpa a oficiales individuales de la DCRI, pero apunta a las lagunas que hubo en la vigilancia y que se remontan a la creación del departamento en 2008, cuando se fusionaron la Dirección Central de Inteligencia General (RG) y la Dirección de Vigilancia Territorial (DST).
 
"La fusión planteó problemas de integración de algunos agentes de policía que aún se sienten perdidos", explicó.
Hay otros enfoque sobre lo que ocurrió y qué preparan las organizaciones terroristas.

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