La escasez de docentes es un problema al cual el Ministerio de Educación porteño, a cargo de Soledad Acuña por ahora no le encuentra solución. Según los gremios de la Ciudad, faltan unos 2.000 maestros y cada año quedan sin cubrir más de 1.000 horas cátedra. Además, ellos afirman que para compensar esa situación, en los últimos meses se profundizó recurrir a estudiantes de nivel avanzado que, pese a no haber terminado aún la carrera, comenzaron a dar clases.
También se dispusieron "listas de emergencia" para convocar a docentes de instituciones privadas y de otros distritos.
En medio de esto, el gobierno de Rodríguez Larreta lanzó un plan para construir la primera universidad de formación docente de Buenos Aires. Esto reemplazaría a los 29 institutos de formación de la CABA, punto que puso en alerta a los sindicatos educativos.
El rechazo es tal en la comunidad docente que hasta el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, le pidió al jefe de Gobierno, en una carta firmada por varias organizaciones que se verían afectadas, que retire el proyecto de la UniCABA.
Contrario a esto, Educación (en verdad, el Ejecutivo porteño) asegura que en ningún momento se contempla el cierre de los profesorados y que la iniciativa será discutida a fondo en la Legislatura. De todas formas, si la universidad docente avanza este año en el parlamento porteño, aún queda un tema de fondo que podría explicar la falta de estudiantes para la carrera: la cuestión salarial.
¿De qué manera incentivará el Gobierno porteño a los interesados en incurrir en la docencia si la CABA está por debajo del promedio salarial anual?
Según los datos que detalla la Coordinación General de Estudio de Costos del Sistema Educativo(CGECSE), que depende del Ministerio de Educación de la Nación, a junio 2017 (mes de su último relevamiento) un maestro de grado porteño con 10 años de antigüedad, y varios adicionales, ganaba $15.398, por debajo del promedio nacional de $15.642.
En términos de salario docente y siempre planteado en forma interanual, la CABA es superada por 11 provincias: Córdoba ($20.016,8), Chubut ($19.912,3), Chaco ($16.923,9), La Pampa ($19.457,8), Neuquén ($19.579,4), Río Negro ($17.138,5), Salta ($19.118,8), Santa Cruz ($23.459,7), San Luis ($19.215,1), Santa Fe ($18.752,7) y Tierra del Fuego ($23.776,2)
Además, la Ciudad de Buenos Aires, que cuenta con uno de los presupuestos más altos del país, no fue la que más aumentos otorgó. Según el estudio de CGECSE, en términos interanuales estuvo por detrás de San Luis (47,5%), Catamarca (35,5%) y Chaco (34,6%), mientras que en el ámbito porteño fue de 31,1%.
En la última paritaria los gremios acordaron un aumento de 21,5% con cláusula-gatillo, que ahora con una inflación que superó ese porcentaje esperan que se active.
Y para 2018 anticipan que no aceptarán poner un tope de 15% como pretende el oficialismo para las discusiones salariales.
"En el año 2016 una fuerte pérdida del poder adquisitivo del salario, cuando el gobierno porteño se negó a reabrir la paritaria con una inflación superior al 40%", afirman desde UTE. En 2017, el Gobierno porteño cerró por decreto la paritaria docente. Pero el texto que llevó las firmas de Rodríguez Larreta y Acuña, señala que si la inflación del período febrero 2017- enero 2018 superaba el 21,5%, se pagaría la diferencia.
Otra cuestión a tener en cuenta tiene que ver con el presupuesto. Para este año se aprobaron en la Legislatura recursos por $ 40.000 millones, que si bien es más que en 2017, el incremento está por debajo de la inflación y de la evolución salarial para este año que supera el 22%. Es decir, en términos reales la inversión que se destinará en 2018 será inferior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario