Los tripulantes del Irizar gritaron "¡presente!" por los 44 del ARA San Juan. De la Antartida al mundo. |
(U24) - Pese a que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Mauricio Macri continúa con su estrategia comunicacional como si nada hubiese ocurrido, el caso ARA San Juan sigue dando qué hablar y mantiene a la opinión pública muy expectante ante cualquier novedad.
Pero durante la tarde del pasado lunes 29/01 las críticas y egoísmos quedaron de lado para dar paso a un emotivo homenaje realizado desde el fin del mundo, que seguramente arrancó lágrimas en más de un familiar de Los 44 que día a día lucha para que no se apaguen las esperanzas y los deseos por encontrarlos vivos.
Se trata de los tripulantes del Almirante Irízar, quienes vestidos de color naranja formaron con el pecho inflado a 1.300 kilómetros del Polo Sur, en la Base Antártica Belgrano II, la más austral de la Argentina en el continente blanco.
Firmes y formando el número 44 con el emblemático rompehielos de fondo, los camaradas fueron fotografiados desde uno de los dos helicópteros Sea King que lleva en su cubierta para ayudar durante el operativo.
EN TANTO, LA INVESTIGACIÓN SIGUE SU CURSO
Dos tripulantes que bajaron en Ushuaia antes de zarpar -por problemas personales- admitieron a la jueza Marta Yañez que la nave sumergible tenía problemas técnicos, pero que eso no afectaban la navegabilidad. Sin embargo, para los familiares fueron "presionados".
De esta manera, el pasado lunes comenzaron las investigaciones del caso desde el juzgado federal de Caleta Olivia. Los primeros en ser interrogados por la magistrada fueron los dos tripulantes que se bajaron en Ushuaia, justo antes de que el submarino desapareciera con 44 de sus compañeros a bordo.
Y entre sus dichos figuró la admisión de que la nave había tenido desperfectos en sus itinerarios previos. Incluyendo un problema en el snorkel, que luego tuvo un fallo grave previo a la desaparición.
Juan Gabriel Viana y Humberto René Vilte se presentaron ante la magristrado para ser sometidos a un largo interrogatorio de más de ocho horas, con el que se buscó reconstruir en qué condiciones estaba el submarino.
Por eso, les preguntaron especialmente si la nave había tenido desperfectos antes de zarpar hacia Mar del Plata.
Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, uno de los submarinistas desaparecidos y abogado de más de 20 familiares, participó de la audiencia y reveló a Clarín que los marinos se refirieron a tres fallas técnicas puntuales.
"Viana mencionó que tuvieron un problema en los sensores de la válvula de cierre del snorkel. Como estaba muy sensible, se cerraba incluso ante la humedad. Así que tuvieron que calibrarlo manualmente", explicó.
También describieron unos "ruidos en el casco " por la falla de una compuerta en el área donde circula agua para refrigerar los motores. Aunque el desperfecto "más importante", dijo Tagliapietra, fue que una bobina de las baterías que se quemó al llegar a Ushuaia, obligando a demorar la partida previa a la salida final.
Según la reconstrucción periodística, los marinos destacaron que fueron fallas menores, que se resolvieron sin mayores inconvenientes y que no afectaban la navegabilidad del buque. Pero los familiares sospechan que ambos podrían haber sido "presionados" por la Armada para dar esa versión.
"Preparados fueron seguro", especuló Tagliapietra, y contó que llegaron acompañados por una abogado de la fuerza. Por cuestiones del destino, la suerte, la mano de Dios o a lo que se quiera atribuir, Viana tuvo que bajar del submario no para viajar a Perú por un curso de capacitación y Vilte debía estar con urgencia en Jujuy por la enfermedad de su madre.
MÁS TESTIMONIOS
Mañana 31/01, declararán ante Yañez dos auditores de la Fuerza sobre las falencias. Ellos elaboraron informes sobre el estado. En tanto, para el jueves la jueza espera la presencia del vocero, capitán Enrique Balbi, que es submarinista, fue comandante del ARA Salta y conoció muy de cerca el San Juan.
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