(MDZ) - Una diputada nacional de Cambiemos que rechaza el aborto legal presentó una inédita propuesta para evitar la interrupción del embarazo: incubar los fetos.
Marcela Campagnoli, quien responde a Elisa Carrió, propuso extraer el feto del útero materno a las 20 semanas de gestación para incubarlo y darlo luego en adopción.
"Creo que los legisladores no tenemos que ser activistas; tenemos que estar por arriba de las discusiones y legislar para todos, más allá de nuestras propias creencias, aunque con un horizonte ético", explicó a FM 99.9 de Mar del Plata.
Campagnoli aseguró que el aborto representa una experiencia "traumática de por vida" a la mujer, por lo que deben buscar alternativas para el embarazo no deseado. En este sentido apeló a los avances de la ciencia para justificar su proyecto.
"Ese embarazo que vos no querés, yo te lo puedo sacar y le puedo dar vida en una incubadora y hacemos una adopción prenatal (...) hay muchísimas herramientas que podemos utilizar para no generarle el trauma a esa mujer, que es de por vida", señaló al sostener su iniciativa.
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| La diputada Campagnoli, autora de la iniciativa. |
"Hoy la ciencia y la neonatología avanzaron (...) en el año 2000 niños con 28 semanas de embarazo mantenían su vida fuera del útero materno en una incubadora", aseguró, y comentó casos de bebés prematuros que sobrevivieron en esa condición desde la semana 21 con un peso mínimo de 200 gramos, por eso su propuesta.
"Las mujeres fuimos diseñadas para dar vida, y matar algo que está en nuestros órganos nos genera traumas terribles", consideró la legisladora.
CRÍTICAS DESDE LA CIENCIA
"Esta señora habla de la semana 20, cuando la viabilidad, es decir, la sobrevida fuera del útero es cero, es imposible hasta al menos la semana 24 o 25, donde el feto pesa unos 600 gramos e incluso entonces la mortalidad es alta, alrededor del 50%.
Recién después de la semana 28 el pronóstico es bueno", explicó al diario Clarín Mario Sebastiani, obstetra y miembro del Tribunal de Honor de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires (Sogiba).
"Esos bebés que deben ir a la incubadora, cuantas menos semanas de desarrollo, más altas probabilidades de tener graves problemas neurológicos, parálisis cerebral, déficit intelectual, sordera, ceguera... Sólo si hay problemas se le realiza a una mujer una cesárea por debajo de la semana 38, sería antiético hacerlo antes. No se puede condenar a nadie a ser un prematuro por elección. El bebé debe llegar a término, no se lo puede sacar a medio camino, sería una locura. Como tampoco se puede forzar a una mujer a que continúe su embarazo hasta una semana determinada para sacárselo y meterlo en una incubadora, es tremendamente violento y contrario para la mujer", asegura Sebastiani.
Y dice más: "Neonatología no es un lugar donde se mandan los bebés para que estén ahí como si fuera un hotel".
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