Justicia para Lidia Meza Burgos. /Foto:Facebook/LaNacion.com.py |
(U24) - Marcelo Pinheiro Veiga, el narcotraficante brasileño más conocido como Marcelo Piloto, se encontraba preso en Asunción, Paraguay. Ya había sancionada su extradición a su país de origen pero no quería irse. El sábado 17/11, recibió a la joven de 18 años, Lidia Meza Burgos, en su celda en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional -el cuartel policial que tiene los presos más peligrosos-, y la asesinó de 16 puñaladas en la espalda baja.
El Dr. Pablo Lemir, forense de la Fiscalía, indicó al ABC Cardinal que la muerte de la joven no fue inmediata, sino lenta. Según el fiscal Hugo Volpe, quien se ocupa del proceso penal de varios narcotraficantes brasileños apresados en Paraguay, el asesinato fue premeditado para intentar así evitar la extradición. Aún así, esta tuvo lugar el lunes 19/11, 2 días después del crimen.
Pinheiro Veiga se encuentra ahora en una prisión federal de máxima seguridad en Brasil. Si el caso por el homicidio de Meza llega a juicio, explica el diario paraguyo ABC, el narcotraficante será juzgado allí, donde además cumpliría condena si fuera hallado culpable.
El miércoles trascendió que el Ministerio Público estaba realizando una pericia en la celda donde estaba recluido Pinheiro Veiga, en el cuartel policial, con el objetivo de dilucidar si los gritos de auxilio de la joven podrían haber sido escuchados y aún así nadie la auxilió. Es decir, si los responsables del sitio dejaron morir a Lidia Meza.
Según el registro del establecimiento policial, Meza Burgos ingresó a las 12.35 del sábado en la Agrupación Especializada para visitar a Marcelo Piloto. A las 13.50, según el reporte de la Comisaría 4º Metropolitana, uno de los oficiales escuchó gritos en la celda del narcotraficante brasileño y cuando acudió a verificar, encontró a la mujer en el piso, totalmente ensangrentada.
Fue llevada de urgencia al Hospital de Barrio Obrero pero ya llegó sin signos de vida, informaron los médicos de la guardia.
Juan Ernesto Villamayor, ministro del Interior, informó que la joven fue primero golpeada y posteriormente recibió más de una docena de puñaladas.
La fiscala María Irene Álvarez confirmó que fueron en total 16. El padre de la joven, Francisco Meza, dijo que en la última comunicación que tuvo con su hija, ella le dijo que estaría en su casa a las 15.
"En las últimas horas surgió un rumor de que posiblemente los pedidos de auxilio de la joven de 18 años fueron escuchados, pero que nadie acudió al rescate. Se cree que todo formaba parte del plan para consumar el feminicidio que, de acuerdo con un macabro plan tramado a sangre fría, permitiría a Pinheiro Veiga permanecer en Paraguay para ser juzgado aquí", explica ABC.
Según el abogado César Caballero, representante legal de la familia de Meza Burgos, el ingreso de la joven a la Agrupación Especializada habría sido gestionada por una "red de trata de alto vuelo".
Caballero dijo también que Meza Burgos fue llevada a la Agrupación Especializada "prácticamente como carne de cañón, para la carnicería".
"¿Quién le contrata?, ¿quiénes son los responsables? Acá está el autor, ¿pero quienes son sus cómplices? ¿O estamos ante una red de trata o ante policías corruptos que le brindaron esa posibilidad (a Piloto de asesinar a un joven)?", cuestionó el abogado de la familia.
Caballero negó que Meza Burgos hubiese visitado en ocasiones previas al narcotraficante, como había trascendido. Es más, creen que ella fue la "segunda opción".
"Esta chica llegó de Argentina hace 2 meses. Otra cosa: esta chica no era la que tenía que ir junto a Piloto supuestamente. A ella le entregaron exclusivamente para matarla", dijo el abogado.
El diario paraguayo La Nación publicó que ya declararon los 7 policías que se encontraban de guardia en el momento en que Pinheiro Veiga mató a la joven, y sus celulares fueron incautados. Además compareció Derlis Paredes, amigo de la víctima, quien para la fiscala, María Irene Álvarez, podría haber sido el nexo con el supuesto narco.
La agente del Ministerio Público remitió un oficio a la Unidad Contra la Trata de Personas solicitando la apertura de una investigación contra Paredes, por posible trata de personas, rufianería o proxenetismo. Tras el asesinato, fueron destituidos el comandante de la Policía Nacional, Bartolomé Báez López, y el subcomandante, Luis Cantero, por el Presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez.
Esto, explica el portal Última Hora, debido a la sospecha de complicidad policial. Báez López manifestó que la sede no es una cárcel de máxima seguridad que pueda albergar a presos peligrosos. “La Agrupación Especializada es un cuartel, no está preparado para recibir a presos. A nosotros se nos enviaba presos de alta peligrosidad y teníamos que ingeniarnos para ubicar a esa gente. El objetivo es que nadie se escape de ahí, perfecto, nadie se escapó; pero lo que puede hacer el interno dentro de su celda es algo muy personal”, expresó en entrevista con Monumental 1080 AM.
Báez López explicó que todos los días piden que los presos de alta peligrosidad sean retirados de la Agrupación Especializada, ya que el lugar es un centro de entrenamiento y no una penitenciaría. “Ellos no salen de su celda porque no hay espacio para tenerles en el patio, pero bajo reja reciben a su gente y a sus abogados”, comentó.
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