POLICIALES

CRIMEN DE LAS TURISTAS FRANCESAS

El ADN pertenece a Lasi, uno de los detenidos

Confirmaron que parte de las muestras extraídas de los cadáveres de las jóvenes pertence a Gustavo Lasi, el ocasional guía turístico de la quebrada San Lorenzo y uno de los sospechosos detenidos por el doble homicidio.  

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Parte de las muestras extraídas de los cadáveres de las jovenes francesas coincide con el ADN de Gustavo Lasi (23), uno de los sospechosos detenidos por el doble homicidio ocurrido el 15 de julio en la Quebrada de San Lorenzo.

Los resultados comparativos de las muestras analizadas en la Universidad de Buenos Aires llegaron recientemente mediante un informe de cinco hojas enviadas por correo electrónico.

Según publica El Tribuno, Lasi pidió declarar ante el Juez de Instrucción Formal 1 Martín Pérez que entiende la causa. Le seguirán su padre Walter Lasi y el puestero Daniel Vilte.

En tanto su ex novia María Fernanda Cañizares se abstuvo de declarar por pedido de su abogado Santiago Pedroza.

Ahora resta saber qué participación tuvieron los otros dos sospechosos que se cree que estuvieron en la escena del crimen, Daniel Octavio Vilte y Santos Clemente Vera.

Los exámenes se realizaron en el Laboratorio de Análisis de ADN de la UBA con muestras de semen y cabello de un atacante, recogidas de los cuerpos de las turistas y se comparó con el perfil de todos los detenidos.

Ante estas pruebas, la situación de Lasi es la más complicada y su abogado está yendo hacia la Ciudad Judicial para la indagatoria.

Por ahora, la principal hipótesis que manejan los investigadores es que Lasi, Vilte y Vera estuvieron juntos aquella tarde en la quebrada, cuando el sol se ponía tras los cerros.

Además, una de las armas homicidas, la carabina semiautomática, pertenecería al abuelo de Lasi y fue éste quien se la entregó a su padre, Walter Lasi, para que la guardara.

Según declaró en su indagatoria el propio Walter -que está detenido-, Gustavo le entregó el arma para que la guarde y él, a su vez, se la dio a Omar Darío Ramos, quien, a sabiendas de que la policía estaba tras un arma de ese tipo, se la dio a una persona de apellido Sandoval, que la escondió en la casa de su patrón, un hombre apellidado De Carlo. Sandoval y De Carlo ya testimoniaron ante el juez Martín Pérez.