martes, 23 de junio de 2015

LAS EDADES DE LAS VIOLENCIAS

APE / OPINIÓN 


Por CARLOS DEL FRADE 

(APe).- -Lo metimos preso tres veces: una por el robo de un auto, otra por ingresar a una casa para robar y ésta… llamamos a la familia del chico pero nadie vino. Lo terminamos llevando a la Dirección de la Niñez de la provincia – dijo un policía en relación a Alexis, un pibe de solamente trece años que cayó junto a una banda de cinco integrantes que había robado una casa en un barrio rosarino. 



Sostienen las crónicas periodísticas que “en el barrio cuentan que Alexis lo contratan a menudo para tirotear frente de viviendas. “Es muy menudito y en las motitos no pesa nada”, dijo un vecino consultado por un diario.

Trece años es la edad con la que generalmente las chicas y los chicos ingresan a la escuela secundaria. Alexis portaba un revólver calibre 32. Pero no fue el único caso en las últimas horas en la ex ciudad obrera, industrial, portuaria y ferroviaria.

Otro chico, “Papa”, de solamente doce años, apuñaló a otro pibe de su misma edad para robarle la bicicleta. Fue en la zona de Villa Los Hornillos, en la zona oeste rosarina. Doce años es la edad con la que generalmente las chicas y los chicos terminan el séptimo grado, culminan la escuela primaria. “Papa” prefirió tener un cuchillo en sus manos para lastimar a otro de su misma edad.

Una tercera noticia también hace mención al presente de algunos chicos en la cuna de la Bandera. “Dos adolescentes fueron baleados en el barrio Las Flores por jóvenes que pasaron en motos y dispararon hacia un grupo de personas en el que estaban las víctimas. Como consecuencia del ataque, un chico de diecisiete años seguía internado en grave estado con una bala en el cráneo en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez mientras que una nena de catorce herida en una pierna recibió el alta”, sostienen los medios de comunicación rosarinos.

-Hay bandas que se tienen bronca y tiran al montón. Y siempre la ligan pibitos que no tienen nada que ver – aclaró otro pibe amigo del herido.

Diecisiete años y catorce años son edades de escuela secundaria. No deberían ser los protagonistas de páginas policiales.

Las tres noticias marcan no solamente la continuidad de la ferocidad en ciertas geografías rosarinas, sino también la reducción en las edades de las víctimas y los potenciales victimarios. De tal forma, estas informaciones que surgen en la sección “Policiales” de los diarios parecen ser la consecuencia de la dinámica social injusta en la que viven sus protagonistas.

Quizás por eso las formas de morir expresan las formas de vivir. ¿Cuándo fue que las escuelas dejaron de contagiar esperanzas a las chicas y los chicos? ¿En qué momento se hicieron habituales las armas en las manos de las chicas y los chicos?

Mientras la provincia de Santa Fe continúa siendo noticia por la tardanza en saber quién es el nuevo gobernador, estas noticias policiales muestran la realidad de un mundo paralelo que tiene sus propias reglas y dinámicas que apenas pueden vislumbrarse cuando son coladas en los grandes medios de comunicación.

Habrá que poner otras cosas en las manos de los chicos y las chicas, reemplazar esos revólveres calibres 32 y esos puñales por otras cosas que tengan más que ver con la vida que con la muerte. Para eso habrá que lograr que los pibes tengan elecciones cotidianas, no poner papeles en una urna, sino cosas, hechos, sueños y esperanzas entre los cuales decidir.

Mientras eso no suceda, las edades de las violencias serán cada vez más chiquitas y las injusticias cada vez más grandes.

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