José Ottavis y Alberto Pérez.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Se sabe en el ambiente político bonaerense que el vicepresidente de la Cámara de Diputados, José Ottavis y el Jefe de Gabinete de Ministro del gobierno de Daniel Scioli, Alberto Pérez, se relacionan, como quien dice, a los empujones.
El último sábado, cuando faltaban apenas unos minutos para la medianoche, Alberto Pérez timoneaba la negociación de los posibles sciolistas a ingresar en las listas de legisladores nacionales y provinciales y José Ottavis era el interlocutor que tenía el bonaerense para hacer los planteos.
Habían hablado varias veces en el día y el tiempo se agotaba. Testigos de una de las partes, permitió reconstruir lo sucedido al sitio 'Infocielo', según el cual la comunicación era telefónica.
El sitio platense sostuvo que, en un entredicho entre ambos encumbrados dirigentes, terminó, según relataron, con un cruce subido de tono.
Pérez estalló con un "te voy a cagar a trompadas”, según los testigos del Jefe de Gabinete, y del otro lado, en los pasillos de la Casa Rosada, se escucharon los gritos desaforados de Ottavis que reclamaban “pone el lugar y la hora que no hay ningún problema, yo voy…”.
Según el sitio 'Tribuna de Periodistas', la trifulca fue cara a cara y llegó hasta las trompadas entre los dos pesos pesados.
Contó el sitio que: "Uno y otro 'se insultaron, se empujaron y hasta hubo golpes de puño por el tema de las listas', según reveló una calificada fuente. Según el mismo informante, la situación se desencadenó porque "Ottavis se hizo el poronga con la lapicera y estaba dejando fuera a todos los sciolistas que pidió Pérez".
Por lo que se pudo saber, prometieron "cagarse a trompadas" a pesar de que los separaron. Y un detalle final adicional, curioso si se quiere: Ottavis le arrancó dos botones a la camisa de Pérez".
¿Sigue la aventura? ¿Se encontrarán los "nobles caballeros" en el campo de duelo? Según corroboró 'La Política Online', Pérez fue uno de los más furiosos con el monopolio camporista en las listas seccionales.
Había arreglado con Carlos Zannini 8 lugares en la provincia y cuando tuvo acceso a las nóminas sólo se encontró a Rodolfo 'Manino' Iriart como cabeza de la quinta sección. Casualidad o no, Iriart tiene una relación cercana con Ottavis.
No tan así Martín Cosentino, Martín Ferré y Guido Lorenzino, los otros nombres que habían pedido Pérez y el referente de La Cámpora bonaerense.
El senador Alberto De Fazzio, uno de los principales armadores de Daniel Scioli, quedó cuarto para diputado por la séptima sección, cuando se esperaba que renovara por la tercera, que es la suya. Esperó casi hasta la medianoche para conocer su destino.
Una opción era sumarse a la lista de diputados nacionales, donde Zannini había prometido tres lugares para Scioli. Sólo le quedó el segundo lugar para Cristina Álvarez Rodríguez. En tanto, los intendentes de la provincia también quedaron rezagados de las listas y pusieron el grito en el cielo.
Quedaron enojados con Fernando Espinoza, presidente del PJ bonaerense y por lo tanto quien debía poner la cara por ellos. No lo hizo, mantuvo su candidatura a gobernador hasta el último día y cuando se bajó negoció a cambio un lugar en la lista de senadores provinciales de la tercera sección y dos en la de diputados nacionales.
El primer casillero lo ocupó Daniel Barrera, segundo en la nómina y con seguro destino al Senado bonaerense. En el puesto 15 de la lista nacional a diputados está la matancera María Isabel Guerín y en el 19 Ricardo Rolleri, presidente del concejales del FpV del distrito de Espinoza.
Guerín y Rolleri son los únicos candidatos de la lista liderara por Wado de Pedro que tienen chances de entrar y tienen base en un distrito de la provincia. Ni siquiera el resto de los barones del conurbano pudo hacer algo.
Julio Pereyra (Florencio Varela) y Juan José Mussi, ex intendente Berazategui y padre del actual visitaron a Carlos Zannini el jueves en la Casa Rosada para exigir un senador provincial. Sólo pudieron ubicar a Graciela Giannettasio, quien termina su mandato como diputada nacional.
Su lugar barrió a Cristina Fioramonti, la esposa de Carlos Kunkel, quien esperó toda la semana un llamado que no llegó.
A los intendentes del interior no le fue mejor. Los de la quinta sección querían al menos la reelección de Juan de Jesús, padre del intendente de La Costa Juan Pablo. Pero detrás del marplatense Idart todo fue de La Cámpora.
Florencio Randazzo dejó huérfana a la sexta sección y Ottavis la aprovechó. Puso a Federico Subielles, interventor de la Confederación Argentina de Básquetbol y a Juan Manuel Pignocco, ex secretario administrativo del Senado, de donde se fue por diferencias con Gabriel Mariotto.
Lo rescató Wado de Pedro. A Pablo Bruera no le fue mejor en La Plata. Tendrá una interna contra cinco rivales, entre ellos la decana de la Facultad de Periodismo Florencia Saintout. Pero tampoco le dejaron presentar lista de senadores provinciales. Lo hizo y no se la aceptaron, porque había una de La Cámpora.
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