SALUD - CÁNCER SEEK
Una parte fundamental del esfuerzo contra el cáncer se concentra en el desarrollo de nuevos fármacos. Sin embargo, la necesidad de utilizar medicamentos es en cierta medida un fracaso. La mayoría de los tumores localizados se pueden curar solo con cirugía si se detectan a tiempo, antes de que la metástasis haya llevado el mal a distintos órganos del cuerpo y el tratamiento sea más complicado. Por ese motivo, uno de los objetivos de la investigación contra el cáncer consiste en detectar la enfermedad antes de que haya comenzado a invadir el organismo.
Muchos tumores pueden requerir décadas desde que comienzan a crecer hasta que se convierte en una dolencia mortal. En muchos casos, sin embargo, no es posible observarlos con las técnicas actuales.
Las biopsias líquidas, un tipo especial de análisis de sangre que detectaría en la circulación células de un tumor que aún es invisible por otros medios, son un camino que puede mejorar la detección temprana.
Hasta ahora, no obstante, la gran mayoría de las personas evaluadas con biopsias líquidas en busca de mutaciones sufren una fase avanzada de la enfermedad y faltan estudios que hayan examinado un grupo amplio de individuos sanos para conocer la precisión de los análisis.
Ovario, hígado, pulmón, esófago, estómago, colon y recto, páncreas y mama. Hasta 8 tipos diferentes de cánceres al mismo tiempo. Eso es lo que detecta el “CáncerSEEK” o ‘Buscador de Cáncer’, una prueba de sangre no invasiva –biopsia líquida- basada en análisis combinados de ADN y proteínas.
En más de 1000 pacientes, el método, el CáncerSEEK, detectó los tumores con una sensibilidad del 69 % al 98 % (dependiendo del tipo de cáncer).
Los autores del estudio, coordinados por Nickolas Papadopoulos y Bert Vogelstein, de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (USA),aseguran que el test universal podrá ser utilizado de forma rutinaria en individuos con mayor riesgo de cáncer para la detección precoz, antes de los 1ros. síntomas y que el tumor se disemine, cuando los tratamientos son mucho más efectivos. Los investigadores ya han comenzado un gran estudio para ver si el test puede detectar tumores en mujeres aparentemente sin cáncer.
Un diagnóstico precoz de los tumores, antes de que hayan expandido por el organismo a otros órganos (metástasis), es una de las claves para reducir el número de muertes por cáncer en el futuro.
El “test universal” consiste en un análisis de sangre que evalúa mutaciones en 16 genes relacionados con el cáncer, así como los niveles de 10 biomarcadores de proteínas circulantes.
En el estudio se analizó a 1.005 pacientes diagnosticados con cánceres en estadio de I a III, de 8 tipos comunes, así como a 850 individuos sanos. Y lo resultados fueron muy positivos: CáncerSEEK detectó los tumores con una sensibilidad del 69 % al 98 %, según el tipo de cáncer.
La prueba tenía un 99 % de especificidad, lo que significa que la probabilidad de que a un individuo sano se le asignara un falso positivo era muy baja -solo 7 de 812, o menos del 1%, de controles sanos dieron positivo-. Y la prueba redujo el origen del cáncer a dos sitios posibles en alrededor del 80% de los pacientes.
Los investigadores, que han solicitado la patente de su biopsia, calculan que el costo de la prueba será menor a los US$500 (410 euros) por muestra, similar o incluso inferior a las pruebas de detección actuales para un único tipo de cáncer (por ejemplo, la colonoscopia para el cáncer de colon).
Sin embargo, el estudio tiene algunos ‘peros’: los pacientes estudiados ya habían sido diagnosticados con cáncer premetastásico a partir de síntomas de la enfermedad. Hay que tener en cuenta que el objetivo de este ‘test universal’ es detectar el cáncer mucho antes.
Algunos investigadores, además, señalan que debido de las proteínas relacionadas con el cáncer utilizada por la prueba refleja también daño tisular, también puede aparecer en personas con inflamatorias enfermedades como la artritis. Eso significa que la tasa de falsos positivos del 1% probablemente sería más elevada en poblaciones menos saludables, observa Lance Liotta de la Universidad George Mason (USA).
Los investigadores van a iniciar un estudio con muestras de sangre de mujeres voluntarias de entre 65 y 75 años de edad que nunca ha tenido cáncer.
Sobre la prueba quedan algunos interrogantes como el riesgo de sobrediagnóstico y/o sobretratamiento que cause un riesgo y ansiedad innecesarios para el paciente, además de un coste.
A pesar de ello, Papadopoulos cree que se trata de un ‘hallazgo’, aunque es consciente de las dificultades para evaluarlo en la clínica real.
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