miércoles, 17 de enero de 2018

LINIERS: LARRETA AVANZA CON UN PLAN DE OBRAS, PERO LOS MANTEROS SE RESISTEN

EL PORTEÑO / NUEVO "ONCE PEATONAL" 
Venta callejera en Liniers

El conflicto con los manteros de Liniers aún no terminó, pero el Gobierno porteño ya tiene planes para el barrio. La idea, según anunciarán desde el larretismo en las próximas horas, será hacer algo similar a "Once peatonal" el proyecto para renovar ese barrio tras el desalojo de los vendedores, meses atrás. 


La iniciativa incluye la peatonalización de calles, el ensanche en las veredas, la ampliación de las esquinas e instalación de luces LED, obras que correrán por cuenta del Ministerio de Ambiente y Espacio Público.

La idea es que los manteros no vuelvan a la zona de Liniers, el principal foco tras los desalojos anteriores. Además, les ofrecieron lo mismo que a los de Flores y Once: una capacitación paga para regularizarlos.

Los cursos serán dictados y pagados por la Federación de Comerciantes de Buenos Aires (FECOBA), que indicó que podrán acceder hasta 733 manteros. Si concurren todos, les costará $10.262.000 mensuales.

Se trata de unos 250 vendedores ilegales más de los que se habían relevado el viernes en Liniers, el último bastión de la venta ilegal en Capital. Tras el primer recuento oficial se hablaba de unos 475.

Desde el Gobierno porteño explicaron que la diferencia surgió porque detrás de cada manta puede haber más de una persona vendiendo. En ese sentido, como en muchos otros, los manteros no están de acuerdo con el GCBA.

Por ejemplo, el "sindicato" Vendedores Libres, afiliado a la CTA, realizará su propio censo e insiste en que el Ejecutivo no brinda una solución de fondo. El ejemplo lo puso con los galpones que ofrecieron en Once.

"En el desalojo de Once había 2650 trabajadores al momento del desalojo, solo fueron “aceptados” 400, el resto nunca recibió la compensación por la acción que los dejo sin trabajo", afirma Omar Guaraz, representante de los manteros.

En ese sentido, manteros realizarán su propio censo, que será entregado a la Defensoría General y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.

Pero el problema será si el gobierno porteño, luego de la capacitación paga, vuelve a ofrecer mercados improvisados para los manteros: lo que ocurrió en Once comprueba que no sirvieron y muchos, por ende, migraron a Liniers.

Son los que fueron desalojados de las avenidas Corrientes, Pueyrredón y Avellaneda y reubicados en dos paseos comerciales que instaló el Gobierno porteño: A medio año de su instalación, las ferias en las que fueron reubicados los ex manteros de Once y Flores venden poco.

Ubicadas a metros de Plaza Miserere pero en lugares con menor circulación: la Feria de Once, en La Rioja 70, y la de la Estación, en Perón 2869.

Abren a las 10.30 y cierran poco antes de las 18. Arrancaron en abril pasado con más de 800 inscriptos. Si bien el Ministerio de Espacio Público de la Ciudad, que controla tanto el presentismo de los vendedores como su mercadería, no brindó cifras sobre el nivel de ocupación actual en ambos paseos, hoy tienen cada vez más puestos vacíos. Si la situación se repite, volverá el conflicto.

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