(U24) -El Papa Francisco comenzó el lunes 15/1 su visita a Chile, uno de los escenarios latinoamericanos más difíciles para él. La encuesta Cadem arrojó 1 semana antes de su llegada que sólo el 23% de los chilenos consideraba importante la gira del Sumo Pontífice al país. Un 50% de los encuestados había asegurado que su visita es poco o nada importante.
Jorge Mario Bergoglio, el argentino que según varios analistas, fue elegido como Papa para intentar reimpulsar a la Iglesia Católica Apostólica Romana en América Latina -la región con más católicos del mundo- se dirigió a Chile en esa misión.
Es que la Iglesia en Chile quedó muy manchada por algunos escándalos de abusos sexuales cometidos por el clero chileno.
Y precisamente ese fue uno de los primeros temas abordados por Francisco a su llegada. El martes 16/1, en un discurso que duró aproximadamente 10 minutos en el Palacio de la Moneda, Francisco pidió perdón, en nombre de la Iglesia, "por los daños irreparables" generados a quienes han sido víctimas de abusos de sacerdotes.
“No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia”, dijo el Pontífice, y fue aplaudido por los asistentes a la ceremonia.
El Papa sostuvo que se quiere “unir a mis hermanos en el episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que esto no se vuelva a repetir".
Presente en la actividad en La Moneda estaba el presidente electo, Sebastián Piñera, quien en los últimos días fue noticia por haber sido, según medios chilenos, eludido por Francisco. Es decir que el Papa no se habría querido reunir con él , según especulaciones, por su tendencia de centroderecha y su encarnación del capitalismo y el neoliberalismo -valores que Francisco rechaza-.
Según el diario El Mostrador, otro de los momentos que marcó el inicio de la visita de Francisco a Chile fue el escueto saludo que el Sumo Pontífice intercambió con Piñera. Que contrastó marcadamente con el afectuoso y prolongado saludo que tuvo con el ex Presidente, Ricardo Lagos, al momento de ingresar al Palacio de la Moneda.
Francisco le regaló una medalla papal al Presidente electo y a su esposa, Cecilia Morel, le regaló un rosario bendito. Pero a Piñera, que quiere la reunión cara a cara, no le alcanza.
Tras la ceremonia, fue consultado si considera que debe reunirse con el jefe de la Iglesia, a lo que respondió: "Me gustaría recibir los consejos del Papa, porque gobernar Chile es una responsabilidad muy importante."
Al respecto del perdón pedido por el Papa por los abusos sexuales cometidos por "ministros" de la Iglesia, Piñera dijo: “Fue valiente el reconocimiento que hizo de las conductas inapropiadas de miembros de la Iglesia que han causado daño a los niños”.
Agregó que cree que "se cometieron demasiados abusos durante demasiado tiempo. Que el Papa lo reconozca es una buena señal. Lo importante es reconocerlo, arrepentirse, y ése es el mensaje que el Papa ha dado."
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