POLÍTICA / MARCHA DE CAMIONEROS
(TN) - Los Moyano no quieren incidentes ni problemas en la protesta contra el Gobierno que organizan para el próximo 21 de febrero. El jefe de Camioneros Hugo Moyano se adelantó y habló de posibles "infiltrados" en la movilización. Es por eso que volvió a delegar la seguridad del acto a cargo de su hijo Pablo.
La movilización será multitudinaria, pero perdió peso por las ausencias, entre ellos Carlos Acuña y Rodolfo Daer, dos de los tres jefes de la CGT, además de Gastronómicos y de casi todos los gremios del transporte, como UTA y La Fraternidad.
Con este panorama Moyano quiere evitar a toda costa incidentes como en la protesta de la CGT de agosto pasado, que terminó con el palco tomado y el robo del histórico atril de la central obrera.
En los próximos días, Pablo Moyano se reunirá con dirigentes políticos y gremiales que estarán en la marcha para alinear la tropa y evitar cualquier tipo de incidente que pueda restarle impacto a la protesta, consigna Perfil.
En la previa ya se reunió con uno de los delegados más combativos de Unión Ferroviaria, Rubén "Pollo" Sobrero, que funciona como interlocutor entre los Moyano y la izquierda, de acciones mucho más radicalizadas que el resto del gremialismo.
Esta semana volverán a verse las caras para pulir detalles de la movilización, especialmente para coordinar la presencia de las agrupaciones de izquierda que participarán de la protesta.
El secretario adjunto de Camioneros también se encontrará con dirigentes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) para organizar la movilización de las organizaciones sociales.
La CTEP es un movimiento liderado por Juan Grabois, de estrecha relación con el Papa Francisco.
El hijo de Hugo Moyano también se reunirá con facciones de la CTA, con el objetivo de evitar peleas entre las distintas vertientes de la central obrera, enfrentadas por la conducción del organismo.
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