(U24) - El electo presidente de Brasil Jair Bolsonaro hizo escuela en Sudamérica sobre la importancia del voto conservador. El conurbano bonaerense, Rosario, Mar del Plata, Córdoba y Mendoza son algunas de las ciudades en donde pisan fuerte los templos evangelistas que hoy miran a Mauricio Macri de reojo por el debate del aborto en el Congreso.
Por caso, la ciudad de Rosario es una de las que siente ese boom de templos evangélicos. Se calcula actualmente que, en sus múltiples denominaciones, representa a más del 13% de la población argentina, pero en la ciudad santafesina, según los relevamientos de Walter Ghione, pastor de la Iglesia Pentecostal, los domingos (que son los días de reunión principal) se congregan unos 160 mil fieles en 750 templos repartidos en distintas zonas, mientras que hace 10 años eran alrededor de 600. Van desde pequeños lugares de reunión, donde se juntan 20 o 30, personas hasta grandes auditorios que albergan hasta 5 mil congregantes.
Según números brindados por la Intendencia al diario local La Capital, en Rosario hay 561 entidades religiosas, de las cuales 204 son evangélicas. La diferencia en el número es porque cada institución puede tener más de un templo a la vez, pero también porque el registro contempla a los más grandes, que cuentan con personería jurídica, pero es común que se monten oratorios y salas de culto en lugares humildes como garajes o locales comerciales pequeños que no figuran en la lista porque no están inscriptos.
El gobierno bonaerense fue, tal vez, el que mejor supo leer la importancia en cuanto a contención social que cumplen estos templos en las zonas más pobres del país. Por ello, los ministerios de Desarrollo Social de la Nación (Carolina Stanley) y de la provincia diseñó una política de asistencia alimentaria que la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ACIERA) definió de "histórico".
Urgente24 ya informó sobre el interés de Francisco en este sector de la religión para que tome un rol activo contra el avance de la Izquierda y las maniobras del PRO. Los datos que llegan desde Rosario no son menores: se trata de la ciudad en donde el narcotráfico triunfó durante muchos años gracias a un Estado que miró para otro lado y dejó vía libre para ser reemplazado.
Para Ghione, "hay un crecimiento sostenido en el tiempo", pero apuntó que "una característica de la iglesia evangélica es que las personas van y vienen, a veces solucionan sus problemas y dejan de congregarse, pero vuelven al tiempo", por lo que el número podría por momentos ser mayor al relevado.
El religioso afirmó además que "cada encuentro que se ha realizado para unir a las iglesias siempre ha ido sumando convocatoria", y que lugares que empiezan con 30 personas, a los tres años tienen 100, y a los 10 duplican esa cantidad. Además, sostuvo que "hay barrios populosos en los que hay 4 o 5 templos por manzana".
El mayor peso está en las zonas sur y oeste, con preponderancia por zonas donde habita "la clase media baja trabajadora". En tanto, el referente político evangélico recordó que no reciben financiamiento estatal y que son una de las instituciones "que levanta históricamente la bandera de la separación entre el Estado y la Iglesia Católica".
Insistió sin embargo en que siempre prestan ayuda a todos los gobiernos que la solicitan, por ejemplo con voluntarios en situaciones de desastre como las inundaciones que hoy azotan al norte santafesino, aunque lamentó que "el Estado siempre nos da un poco la espalda y nos excluye de participar porque no puede tener rédito político".
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