Bolsonaro (Brasil) - Macri (Argentina) |
(U24) - "El beneficio será inmediato cuando entre en vigencia el acuerdo entre el Mercosur y la UE, de acá a un año y medio o 2 años. En algunos casos se implementaría antes". Tema central para 'Clarín', el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, por el cual remarca que "soja, carnes, pescados y frutas se podrán exportar a Europa con arancel cero", y en el cual, frente a la críticas, advierte que "el beneficio será inmediato".
El freno fue contundente por parte del diario 'Página 12' que advierte que "Macron eclipsó la ilusión de Macri": el gobierno francés 'condicionó la aplicación del pacto' y anunció que 'no está listo para ratificar el acuerdo', publicó el diario bajo el título 'Léclipse', que recuerda además el eclipse de ayer.
Desde la misma París, escribió: "El contexto parecía ideal pero un par de granitos de arena trabaron el vuelo hacia lo desconocido que implicaba el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur celebrado como histórico hace unos días por las capitales concernidas. Miembros de la propia mayoría presidencial de Emmanuel Macron, líderes y diputados ecologistas y agricultores amenazados por el alcance del acuerdo alteraron la agenda del compromiso pactado. Ello obligó al entorno gubernamental a salir y aplacar la polémica. La portavoz del gobierno, Sibeth Ndiaye, indicó que París iba a “mirar en detalle (el acuerdo) y, en función de ese detalle, “decidir”.
La siguiente frase sonó como un retorno repentino a la tierra. Ndiaye dijo luego que “Francia, por el momento, no está lista para ratificar” el acuerdo.
Después, el ministro de la Transición Ecológica, François de Rugy, condicionó la aplicación del pacto UE/Mercosur el respeto, por parte de Brasil, de sus compromisos en lo que atañe la desforestación del Amazonas".
El diario 'BAE Negocios' tituló "Mercosur-UE: un preacuerdo sospechosamente abusivo" e hizo una comparación con un partido de tenis para "dimensionar el desequilibrio": "uno de los jugadores, de bajo ranking de la ATP, ingresa al cuadro principal del torneo tras superar la clasificación y su contrincante pasa directamente a la competencia por su elevado ranking, dado que es un top ten consolidado con reconocida capacidad para pelear por el número uno del mundo. La desigualdad entre ambos competidores es evidente y el jugador ingresado desde la qually, por supuesto, es consciente de la superioridad del rival. Es muy probable que en un enfrentamiento a este nivel gane el top ten.
No obstante, la situación podría tornarse más desigual si las reglas que se pautan en la competencia son diferentes para cada uno de los jugadores y poseen un claro sesgo en favor del favorito, como gozar de más horas de descanso previas al encuentro, contar con la complicidad del árbitro en fallos poco claros y, lo más grave, permitir diferentes normas específicas de juego, claramente inequitativas.
Podríamos imaginar que, entre las exigencias de las reglas para el partido, el jugador de más bajo ranking solo pueda emplear su mejor golpe (a juicio de su rival) apenas en dos oportunidades durante todo el partido. Y, en cambio, la limitación para el top ten solo sea poder emplear su mejor golpe (a criterio de su adversario) en los primeros games del encuentro, quedando liberado progresivamente desde el inicio del partido para desplegar su mejor juego desde el game número 16".
La diferencia entre ambos bloques de lo que aclara es, en realidad, un "preacuerdo", es intensa: "la estructura productiva de los países europeos es tecnológicamente superior, el bloque de países es más amplio y diversificado y cuenta con economías muy desarrolladas consagradas entre las potencias económicas globales, a diferencia de los países del Mercosur que están lejos de la vanguardia en tecnología, es un bloque de países mucho más reducido y menos diversificado, sin potencias reconocidas por su potencial de exportación como son Alemania, Italia o Francia".
Remarca que además de "pertenecer al bloque menos competitivo, los miembros del Mercosur deberían aceptar condicionamientos a sus exportaciones sin fecha de finalización y los europeos tendrían la certeza de la fecha en la cual se liberarían completamente sus ventas externas. Y el condicionamiento permanente que recae sobre los socios del Mercosur es mucho más agresivo".
El diario refleja el impacto entre los industriales locales en un "desánimo que lógicamente les genera como igualmente sentiría nuestro hipotético jugador de tenis que debió traspasar la qually para enfrentar a un top ten con reglas que lo desfavorecen".
Quizás el economista Marcelo Elizondo ratifique la teoría de 'Página12' de que es un simple anuncio político en tiempos de campaña electoral. En diálogo con 'Ámbito Financiero' calificó al acuerdo como "poco ambicioso" desde el punto de vista comercial, pero destacó que su importancia radica en la señal política de apertura que ofrece. "Más allá de eso, afirmó que 'no va a resolver los problemas de nuestro comercio exterior' y 'que quedan pendientes reformas' para lograr que las empresas tengan competitividad", resumió el matutino.
Durante una entrevista, el director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), le dijo entre otras cosas:
- Firman algo y siguen negociando. Esto no es un tratado de libre comercio convencional al estilo de los tratados cerrados en los cuales hay especificaciones técnicas en las que se bajan aranceles por productos, se ponen plazos. Claramente todavía eso no es. Es una cosa intermedia.
- Hasta que no está todo acordado, no hay nada acordado. Bajo ese principio no puede tomarse como definitivo nada de lo propuesto. Acá varió eso porque lo que se alcanzó como consenso en un momento ya se formaliza como acuerdo.
- Esto mejora la condición de lo que ya se exporta a Europa. Hay que seguir negociando para obtener la apertura para otros mercados, para otras industrias. Lo más importante es un cambio en la definición de política internacional de la Argentina.
- Hay una modificación de la posición de la Argentina en el mundo que decide salir a integrarse y abandona su cerrazón tradicional. Además, este acuerdo le otorga al Mercosur un salto de reputación internacional importante, porque no cualquiera puede firmar un acuerdo de este tipo con la Unión Europea. Alienta inversiones. El Mercosur era un bloque encerrado en sí mismo, ahora mira hacia afuera. Es la primera gran modificación desde que existe hace 30 años, pero no es la solución total del comercio exterior.
- Desde lo comercial no es una cosa demasiado ambiciosa. La Unión Europea no es el mercado más relevante para la Argentina. Al primer continente a cual la Argentina le vende es América, el segundo es Asia y el tercer es Europa. Es decir que este acuerdo no resuelve el problema de comercio exterior. Hay otros mercados que son más relevantes y nosotros que somos exportadores de bienes agropecuarios tenemos en India, China, Indonesia y Vietnam, mercados muy relevantes. Yo prefiero enfocar en estos mercados antes que en la UE, porque ahí tenemos conflictos. El agro es sensible para los dos.
- Un acuerdo como este permite acceso a mercados y garantiza demanda en mejor condición. Ahora, el problema de Argentina no es de demanda. La demanda está, son los chinos, los egipcios que compran granos o Brasil. El problema de Argentina es de oferta, competitividad para producir y competir en los términos que el mundo plantea. Esto no debe hacernos olvidar que quedan pendientes las reformas para que la oferta sea competitiva como la legislación laboral, la legislación impositiva y administrativa.
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