CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Nicolás Maduro anunció que les pidió a todos los ministros que pusieran sus cargos a la orden para hacer una reestructuración del Estado.
Es el resultado de la confirmación de que la oposición venezolana ganó 112 escaños de la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias, dijo el martes el órgano electoral local, por lo que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) se asegura la mayoría calificada para legislar. El Consejo Nacional Electoral (CNE) difundió los resultados definitivos: la MUD se quedó con 109 de los 167 asientos. Adicionalmente, ganaron los 3 diputados de la representación indígena.
El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 55 diputados. “Hay que seguir trabajando para una etapa de sacudimiento, carajo”, afirmó, al tiempo que llamó a "un gran 13 de abril", a "un rescate del espíritu chavista".
"Quiero que todos los que fueron candidatos se queden en una especie de estructura de apoyo al Gobierno", agregó. Maduro decidió por vía de Ley Habilitante entregar el Cuartel de la Montaña a la Fundación Hugo Chávez, “es decir al pueblo venezolano por siempre. A nuestro comandante no lo tocan”, afirmó durante la transmisión de su programa televisivo “Contacto con Maduro”, desde el panteón en donde reposan los restos del fallecido presidente.
El jefe de Estado anunció que este viernes 11/12 emitirá el decreto Ley de Estabilidad para los Trabajadores 2016, 2017 y 2018. Además, él dijo que si la mayoría opositora de la Asamblea Nacional electa decide convocar a un referendo revocatorio para darle fin a su mandato, él irá “al combate” y el pueblo decidirá.
“Aquí está la Constitución, si ellos toman el camino del revocatorio, vamos al combate y el pueblo decidirá, y nosotros iremos con la verdad ya consumada de la amenaza de la derecha, iremos a construir una nueva y poderosa mayoría, yo me iré por las calles de Venezuela”, dijo el Presidente. La ley venezolana establece 2 tipos de mayoría calificada: la lograda a partir de los 112 diputados, que permite tener mayor control de la agenda legislativa; y la que se gana al tener al menos 101 escaños, que es un poco más restringida.
Al conseguir los dos tercios, la coalición opositora podrá aprobar leyes, incluso orgánicas, proponer reformas y enmiendas constitucionales y reemplazar a miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el CNE y los otros poderes públicos. Pero no será fácil hacer cambios desde la Asamblea Nacional.
El presidente y el máximo tribunal del país, dominado por seguidores del Gobierno, tendrían la última palabra frente a cualquier reforma legal: podrían vetarlas, no promulgarlas o en el mejor de los casos retrasarlas, advirtieron analistas. Una cuestión central consistirá en que la Constitución venezolana prevé la figura del referendo revocatorio que sería aplicable a Maduro tras cumplir la mitad de su mandato en 2016.
Esta figura se aplicó en 2004 al fallecido presidente Hugo Chavez, que en vez de ser revocado resultó “ratificado” pues ganó la opción de que no abandonara el Gobierno. Maduro durante su programa de radio y televisión “En contacto con Maduro” en el que también dijo que tenía “información de primera mano” de que la bancada opositora quiere “destruir los convenios de cooperación con Petrocaribe, con China, con Rusia y con el resto de América Latina”.
Él dijo que no permitirá que se destruyan estos convenios y aseguró que defenderá todos estos mecanismos. “Si Petrocaribe fuera destruido por decisiones de la mayoría fascista que ha tomado la Asamblea Nacional venezolana (…) vendría la crisis humanitaria más grande que se haya conocido en nuestra región, no lo voy a permitir, lo vamos a impedir y tenemos cómo y lo haremos”, dijo.
En tanto, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, dijo encontrarse “sumamente preocupado” por la actitud del presidente Maduro tras el triunfo de la MUD: “Maduro debería ponerse a la orden de la Asamblea Nacional, convocando a la unión del país, invitándolo a resolver la crisis económica”, afirma Capriles en una entrevista publicada hoy por el diario español El País, ya que “hubo un pronunciamiento claro, sin matices, contundente”.
Para el líder político venezolano, las prioridades de este nuevo tiempo son “la economía, lo social y la inseguridad”. No obstante, reconoce que “hay otros temas que para nada son excluyentes, como que se resuelva de una vez la situación de los compañeros que están presos por razones políticas”, pero insiste que la prioridad de la gente es “su situación económica, personal”.
Capriles considera que las elecciones del domingo son “un resultado aplastante contra la cúpula” y afirma que “si el Gobierno no cambia habrá que cambiar el gobierno”. Sobre el eventual proceso de revocación de Maduro, que podría poner en marcha la oposición desde la Asamblea Nacional, dijo “cualquiera de los mecanismos que está en la Constitución hay que debatirlos y tomar una decisión”.
El ex candidato presidencial apuesta por el diálogo, aunque reconoce que “no hay un canal de comunicación” pues “hay varios grupos dentro del oficialismo”, al reconocer su aspiración a “dirigir este país”.
Capriles, quien no tendrá un escaño en la Asamblea Nacional, también se refirió a las manifestaciones 2014 contra el Gobierno, que desembocaron en una ola de violencia. Fue un error “que nos costó a todos”, apuntó, al reconocer que se convocaron cuando el Gobierno todavía contaba con “un 54 % de apoyo popular”.
Tras las elecciones del domingo, en las que la oposición arrebató la mayoría del Legislativo al chavismo, Maduro aseguró el martes que si intentan revocar su mandato, irá “al combate”.
AMNISTÍA
Maduro anticipó: "Como jefe de Estado no aceptaré ninguna ley de amnistía, porque se violaron los derechos humanos".
"Me podrán enviar mil leyes, pero los asesinos de un pueblo tienen que ser juzgados y tienen que pagar", agregó. Anticipándose al cambio de fuerzas en la Asamblea, el presidente Nicolás Maduro anunció que usó los poderes especiales para legislar que le otorgó este año la legislatura para aprobar un primer decreto tras las elecciones: la entrega de las instalaciones de un antiguo Museo Histórico Militar donde reposan los restos del fallecido presidente Hugo Chávez a una fundación que lleva su nombre y dirige su hija, porque consideró que existe "una amenaza" de que la oposición busque retirar de allí la tumba del ex mandatario una vez que asuma sus curules.
En tanto, la oposición anunció que con el amplio triunfo que obtuvo va a iniciar investigaciones a funcionarios públicos e incluso pueden aprobar su destitución.
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