FÚTBOL / COPA LIBERTADORES
(TP) - El sueño estaba muy cerca. Como nunca. Pero lo dejó escapar. Casi sin dejar todo, algo que Lanús seguramente lamentará más que el haber perdido con el Gremio la final de la Copa Libertadores, que en la Fortaleza venció 2-1 y levantó el trofeo.
El primer tiempo fue todo del equipo brasileño. De punta a punta. Dominó las acciones, con un Arthur en un gran momento y un Luan como figura.
Pero el primer gol llegó tras un error garrafal de José Luis Gómez, que le regaló la pelota a Fernandinho, quien corrió 50 metros con la pelota para poner el 1-0 a los 26 minutos del primer tiempo.
Los nervios le jugaron una mala pasada al Grana, que estaba impreciso con la redonda, no podía dar dos pases y no conseguía generar peligro.
Para colmo, Luan clavó un golazo a los 42, para silenciar todavía más a la Fortaleza.
El complemento mostró a Lanús apenas más protagonista, perseguido por el reloj y el resultado en contra, pero tampoco inquietó al arquero rival, Marcelo Grohe.
Los dirigidos por Jorge Almirón fueron una sombra del equipo que suelen ser, vertical, confiado en sus capacidades, y lentamente se fue apagando, hasta que a los 25 José Sand descontó de penal en la única aproximación de riesgo.
Pero esa luz al final del túnel fue apenas una ráfaga de esperanza, que no terminó de crecer lo suficiente como para lograr otra epopeya copera.
Esta es la tercera Libertadores ganada por el Gremio, que ya la había levantado en 1983 y 1995. Así, Brasil suma su torneo 18 y se acerca a la Argentina, que se queda con 24.
Además, ya debe hacer las valijas para participar del Mundial de Clubes, que arranca el próximo miércoles 6 de diciembre, aunque el Tricolor recién jugará el martes 12, frente al ganador del duelo entre Pachuca y Wyad Casablanca.
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