FÚTBOL / VIOLENCIA
(TP) - La locura de muchos hinchas llega a límites insospechados. El fanatismo los transforma y los convierte en barrabravas que no entienden de pasión, sino de violencia y poder. Pero lo ocurrido en Patronato no tiene explicación ni justificativo alguno.
Durante el partido en el que el equipo entrerriano perdió 3-2 con Unión, un grupo de los violentos de la hinchada atacó y golpeó a nenes de una escuelita de fútbol de entre diez y quince años.
Para la gran mayoría de esos chicos era la primera experiencia en un partido de Primera División. Todos son del Deportivo Strobel, una escuelita de fútbol del Departamento de Diamante (ciudad entrerriana), que fueron invitados por los dirigentes de Patronato en el marco de un programa del Ministerio de Desarrollo Social de Entre Ríos.
Pero como sus colores son el rojo y el blanco, como el Tatengue, los barras del Patrón pensaron que eran infiltrados del conjunto santafesino y fueron hasta la tribuna donde estaban para increparlos.
Al llegar a ellos, los golpearon. Una locura.
"Entraron 50 tipos de la barra de Patronato, sin ningún problema ni freno. Nosotros, al ingresar, fuimos revisados, por eso no entendemos dónde estaban los efectivos cuando ellos irrumpieron así. Tenían navajas y palos, fue terrible. Veíamos como agarraban a los chicos del cuello", le contó a Diario Uno Emanuel Moyano, uno de los adultos responsables del grupo de chicos.
Fue tal la violencia de los energúmenos de Patronato, que ocho de los nenes fueron atendidos en el Hospital Materno Infantil San Roque, y uno de los acompañantes debió ser derivado al Hospital San Martín por las heridas que presentaba.
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