AMÉRICA LATINA / VENEZUELA Y EL “ORO NEGRO”
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se declaró en rebeldía con su mayor comprador de petróleo y está dispuesto a dejar de vendérselo a Estados Unidos, país al que suministra unos 750.000 barriles diarios, declaraciones que realizó en medio de crecientes tensiones entre Washington y Caracas.
“El día que ellos no quieran que le vendamos nuestro petróleo, agarramos nuestros cachivaches (pertenencias) y (...) vendemos todo nuestro petróleo para el Asia, no tenemos problema", dijo Maduro al posesionar al general Manuel Quevedo como nuevo presidente de la estatal de energía PDVSA (Petróleos de Venezuela).
El mandatario acusa a Washington de liderar una "persecución financiera" contra Venezuela, a la que el presidente Donald Trump impuso sanciones económicas en agosto pasado.
Esas medidas prohíben a ciudadanos y entidades estadounidenses transar nueva deuda pública venezolana, una cuestión crucial en momentos en que el país y PDVSA fueron declarados en default por un grupo de acreedores y agencias calificadoras de riesgo.
Maduro busca renegociar la deuda externa, que se calcula en unos 150.000 millones de dolares, de los cuales 30% corresponden a la petrolera.
"Míster president Donald Trump: usted decide, mi compadre. Si quiere que nosotros sigamos vendiendo petróleo, vendemos petróleo; si un día usted se deja calentar la oreja por los locos extremistas de derecha, Venezuela agarra sus barquitos y se lleva su petróleo al mundo y lo vendemos igualito", insistió Maduro entre vítores de cientos de trabajadores de PDVSA.
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