(U24) - “Argentina congela precios mientras Macri busca calmar a los votantes”, reza el titular del Mercurio de Chile. La palabra “calma” o “alivio” aparece recurrentemente como una expresión que demuestra claramente que Argentina está pasando (como tanto le gusta decir al Presidente) por un frente de tormenta eléctrica que parece no tener fin.
Este “alivio” como el mismo gobierno mencionó al exponer las medidas, es tan corto como serán los meses previos a las elecciones y así lo expresa El País de España, que ve estas medidas como “los últimos cartuchos” del Presidente: “Según Macri, se trata de “generar alivio a corto plazo” para una población asfixiada por la recesión y el alza de precios.
No cuesta deducir que el plan, establecido por seis meses, es decir, hasta las elecciones presidenciales de octubre, tiene también como objetivo mejorar sus posibilidades de permanecer en el cargo.” Este mismo medio, que ve claramente las intenciones de reelección del Presidente, también lo ve como que “se rindió al populismo económico en la lucha contra la inflación”.
En El Mundo, también de España directamente llamaron a estas medidas como: “La receta de Macri para las elecciones: más control de precios y menos liberalismo”, y luego en la nota comentan: “Que Macri lance un programa que incluye un control de precios es un llamativo contraste con la prédica de toda su carrera política y de su propio partido: el presidente argentino, al que podría definirse como un socioliberal, no cree en los controles de precios, y tiene razones para hacerlo, porque la historia económica argentina indica que siempre fueron el preludio de una explosión inflacionaria.”
Algo parecido se expresa desde El Economista de México, donde ponen en boca de especialistas la situación económica de Argentina: “Las medidas parecen un “manotazo de ahogado”, dijo Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública. Desde marzo de 2018 “Macri perdió entre seis y ocho puntos de intención de voto y le habla a la clase media empobrecida que se desilusionó mucho con él”, agregó el analista.
El Mercurio de Chile, también hizo hincapié en los malabares que tendrá que hacer Macri entre los “precios cuidados” y el acuerdo con el FMI dado que tiene metas fiscales que debe cumplir que se contradicen con estas medidas que requerirán de mucho gasto público del Estado: “Las medidas se produjeron un día después de que el gobierno informara que la tasa de inflación alcanzó casi el 55% en marzo, con un aumento de los precios del 4,7% en el mes.
Parte de la razón de la inflación persistente es la reducción del gobierno en los subsidios al transporte y la electricidad, lo que debe hacer para cumplir con las metas en un acuerdo de US$ 56.000 millones con el Fondo Monetario Internacional”. Por otra parte, ha llamado la atención de los medios internacionales la forma que eligió Macri para anunciar estas medidas, el insólito video donde le explica a unos vecinos (que ya habían actuado en otro spot) las medidas económicas en formato propagandístico de campaña.
“Macri eligió una inusual estrategia de comunicación para acompañar el anuncio de las medidas económicas que su Gobierno diseñó: lo hizo a través de un video informal de una charla con vecinos.”- La Red 21, Uruguay “Jaime Durán Barba, el ecuatoriano que gestiona la estrategia electoral de Macri, diseñó un encuentro del presidente con una familia del barrio bonaerense de Colegiales. “Hay que pasar la tormenta”, dice Macri en el video.
“Todos necesitamos un alivio”, añade, un plan de contención de precios “hasta que las medidas de fondo empiecen a funcionar”. El ama de casa, con su hija en brazos, responde: “Necesitábamos escuchar algo así”. La mayoría de los ciudadanos habrían hecho tal vez un comentario menos complaciente.”- El País, España.
“"Necesitamos un alivio todos", dijo Macri en un tramo del insólito método utilizado por el gobierno para adelantar los anuncios: un vídeo de falsa factura casera grabado durante una visita a una familia de clase media con la que conversó sobre sus angustias económicas.”
-El Mundo, España. En conclusión, desde afuera y desde adentro se ve igual: nadie puede negar que las medidas de Macri son un manotazo de ahogado, o un parche, o un “veranito” previo a la tormenta de las elecciones que tampoco es ningún misterio, es el objetivo final del Presidente con las medidas “populistas” que en el 2015 juró nunca aplicaría.
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