POLÍTICA / VERGÜENZA EDUCATIVA
(U24) - Cuando un experto respecto al tema educativo revela los vergonzosos números respecto al crecimiento de la educación en Argentina, una mezcla de impotencia, tristeza y decepción puede que predomine como sentimientos de quienes leen las estadísticas y la comparan con otros países del mundo, que sin irnos muy lejos, los tenemos al lado.
El país resulta ser un bochorno en términos educativos, cuando se compara, por no nombrar países del 'primer mundo', con Chile, Colombia o México. Y mientras el sindicalismo siga haciendo de las suyas, y el Estado acompañe con su cuota de irresponsabilidad, el destino de la Nación seguirá siendo lamentable.
Sobre el terrible escenario de la educación Argentina profundizó el economista Alieto Guadagni, miembro de la Academia Nacional de Educación. Sus detalles son incluso, escalofriantes, y además, no se avizora una mejora a corto plazo.
En entrevista con Carlos Pagni, el experto señaló que uno de los grandes problemas de la educación es la desigualdad, la falta de programas gubernamentales realmente efectivos, pero sobre todo, la 'mano negra' del sindicalismo de la mano del ya conocido Roberto Baradel.
Resulta insólito que en Baradelandia -el mundo del El secretario general de Suteba- sea justo realizar paros educativos que catalogan como 'medidas de fuerza', cuando paradójicamente, los principales afectados son los que desde su espacio jura defender: los más vulnerables, los trabajadores, los pobres.
Todo se resume en 'verso', y es que la sindicalización de la educación deja números no rojos, rojísimos, que cada vez empeoran y que ponen en aprietos el futuro del país.
Decía Nelson Mandela que “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”, y en Argentina estamos lejísimos de cambiar con este panorama.
Por ejemplo, en los últimos 10 años en la provincia de Buenos Aires hubo 100 mil matrículas menos en las escuelas públicas.
Ante esta situación, Alieto Guadagni explicó que desde el año 2003 hasta la fecha, "todos los años viene cayendo".
"La pregunta es ¿se van atraídos por la escuela privada o se van expulsados de la escuela pública? La interpretación es que se van expulsados de la escuela pública, porque cuando Baradel cierra escuelas, hay familias que no pueden perder 45 días de clases", explicó.
Guadagni ejemplificó su interpretación sobre el Baradel que expulsa estudiantes con sus medidas, y describió: "Él es peón de la construcción y la mujer es trabajadora doméstica, si no hay escuela ¿dónde dejan los pibes?", cuestionó, y agregó: "en los últimos 15 años las familias muy humildes, incluso extranjeros, -hablo de bolivianos, paraguayos, peruanos- se han ido a escuelas privadas baratas, la de las parroquiales, escuelas comunitarias, escuelas evangélicas, hay un gran reservorio ahí", detalló el especialista.
"Si usted le pregunta a ese empleado de la construcción por qué lo manda a una escuela privada, no le va a responder porque enseñan mejor matemáticas, no, probablemente no va a contestar eso, pero le va a decir una cosa: la escuela está abierta", sentenció.
Comparando a la Argentina con otros países, y sin irnos tan lejos ni hacer comparaciones que no aplican con países del 'primer mundo', los números detallados por Guadagni dejan mucho que desear (y para reflexionar).
Chile, Colombia o México tienen más o menos, por cada carga docente de 20 a 23 alumnos, Rusia, por ejemplo tiene 18, pero la Argentina tiene 12.
No es que van 12 alumnos a alguna, y para que se entienda el experto explicó bien la cifra anterior: "si usted divide el plantel de todo el personal docente del país le da ese número, con el agravante que entre 2013 y el 2015 la cantidad de alumnos en las escuelas primarias públicas cayó 12%, o sea hay 450 mil pibes menos, pero al mismo tiempo la cantidad de cargos subió 19%", dijo.
Los porcentajes parecen insólitos, pero en la educación de Baradel son de verdad.
"En provincias como Catamarca o en Río Negro hay 7 alumnos por cargo docente, en Francia hay 20, y ojo una cosa, todos estos países tienen mejor nivel educativo que nosotros", alertó Alieto Guadagni.
Pero la dramática situación no termina allí, en términos de conocimiento a nivel educativo, el experto aseguró que "estamos abajo de todos los grandes países latinoamericanos y arriba únicamente de los centroamericanos como Honduras, Guatemala y Haití", dijo.
Otro ejemplo alarmante fue sobre la ignorancia mundial de matemática, que data el 23%, sobre esto, el especialista detalló que en países como China, Singapur o Japón es de un 7%, pero en la Argentina es de 66%.
La desigualdad es otro tema preocupante, y es que Guadagni afirma que a la universidad van básicamente los chicos de clase media y clase media alta en gran medida, "por qué, porque de cada 100 pibes que entran a la escuela primaria en las ecuelas privadas, terminan la secundaria más del 70%. Pero de cada 100 que ingresan a una escuela estatal, terminan la secundaria menos del 30%", comentó.
Hay provincias como Santiago del Estero donde la situación es más critica todavía: la diferencia es de 80-10.
"La calidad educativa en la Argentina está explicada por 3 hechos, vas a una privada o una pública, es decir sos de clase alta o clase baja, y la máxima desigualdad es que si sos un pibe pobre y vas a la escuela pública, tu nivel de ignorancia de un chico rico que va a una privada es 7 a 1. Por ejemplo, si uno compara la comunidad de José C Páz con San Isidro o Vincente López", añadió.
Otro problema que enfrenta el crecimiento argentino es la universidad, "nuestra universidad tiene 3 gravísimos problemas: la primera es que no tiene graduados, México, Colombia, Brasil y Chile gradúan entre 70 y 80% más que nosotros del porcentaje de la población", explicó el especialista, y que a pesar de que Argentina va primera en porcentaje de estudiantes, -en Brasil y en Chile hay menos-, acá se gradúa solo un 28%.
En esa línea, el experto agregó que en Argentina no hay graduados en las carreras científicas y tecnológicas.
Y detalló: "cuántos se gradúan en Argentina: 125 mil por año. Cuántos en ciencias sociales: 60 mil. Cuantos abogados: 19 mil, pero cuantos ingenieros: 14, y no 14 mil, sino 14, por ahí son 32", ironizó.
Y siguió: "ojo, yo no creo que esté mal que graduemos muchos abogados, lo que creo que está mal, es que graduamos pocos ingenieros", dijo.
Y en ese contexto se preguntó: ¿Quién va a crecer en el siglo XXI?, probablemente Chile, México o Colombia. Argentina... difícil.
Sobre el tercer problema de la educación en el país es que a su criterio "no hay pobres en la universidad".
Y en ese contexto también responsabilizó al Estado por no implementar políticas correctas para que las personas de bajos recursos puedan tener una educación digna.
"Por qué no hay pobres, porque no terminan la secundaria, pero no tienen tampoco un sistema de becas en serio, mientras que en Uruguay lo hacen".
Y siguió: "Cómo es posible que ahí, -en Uruguay- el 20% de los graduados tienen una beca de 280 dólares por mes. Como es posible que acá no hay, lo que hay acá es muy poco", puntualizó.
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