Bonafini designó al socio y amigo de Schoklender nuevo coadministrador de Madres
Tras el escándalo y la salida de Sergio Schoklender de Madres de Plaza de Mayo, por el manejo irregular de fondos públicos, Hebe de Bonafini, nombró como nuevo coadministrador de la Fundación al abogado, socio y amigo personal de Pablo Schoklender, Hugo Omar Gallardo, quien lo defendió casi gratuitamente en la última etapa del proceso penal por el crimen de sus padres.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- El nuevo coadministrador de la organización es la persona que designó la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, para que maneje la Fundación junto a su hija, María Alejandra Bonafini, que reemplazará a Sergio Schoklender como apoderada.
Se trata de Hugo Omar Gallardo, abogado y socio de Pablo, el menor de los hermanos Schoklender, de acuerdo a lo publicado hoy por el diario 'Clarín', en base a informes de la Justicia, trabaja para la Fundación y a la vez figura como socio en dos firmas constructoras.
Una de las empresas es Construcciones 211 S.A., donde Gallardo es socio de un ciudadano yugoslavo, carpintero, y de otros dos jóvenes que tiene domicilio en Villa Domínico, subraya el matutino.
Construcciones Calificadas es la otra firma donde el nuevo coadministrador de las Madres es socio. Allí figura junto a Manuel Camet, quien tiene su oficina en el mismo edificio allanado ayer por orden del juez federal Norberto Oyarbide, que investiga a los Schoklender por irregularidades con fondos públicos de la Fundación que eran destinados a la construcción de viviendas sociales mediante el programa Sueños Compartidos.
También es socio de Docamer SRL, la empresa que manejaba el bufet de la Fundación y el restorán de Pablo Schoklender en San Telmo.Esa firma, dedicada a la gastronomía, comparte con Construcciones Calificadas uno de sus socios, Manuel Camet, y la contadora que intervino en la constitución, de apellido Ploskinos. Para cerrar el círculo de llamativas coincidencias, su domicilio fiscal está en el tercer piso de la Fundación, en Hipólito Yrigoyen 1534.
Las fuentes coinciden en que “las sociedades anónimas eran inventos de Gallardo y Pablo para convertirse en proveedoras de un cliente cautivo que era la Fundación”.
Según el matutino, Gallardo aterrizó en la Fundación recién en 2006, tras un paso sin plena ni gloria por el Sindicato de Gastronómicos de la Capital con un sueldo de apenas $3000. Su amigo lo recibió con una promesa muy tentadora: “Vos el año que viene vas a tener US$500.000”.
Otra vía de financiamiento fueron los suculentos préstamos que llegaban desde el exterior. “Cuando recibían aportes internacionales en euros o dólares transformaban ese dinero en pesos cambiándolos en cuevas financieras que les daban mejor cambio que entidades oficiales”, describió un ex empleado del organismo.
Gallardo también tuvo un paso fugaz por el estudio jurídico de Sergio, pese a su escasa experiencia en Tribunales.
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