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INTERESANTE CASO DE BRASIL

Para resistir, las siderúrgicas ingresan a la minería

Después de la crisis de 2008, el precio de los laminados tuvo un comportamiento bien diferente a los precios del mineral de hierro. Por eso la siderurgica hoy día padece de sobreoferta global y debe reestructurarse hacia el negocio minero. Al meno es lo que ocurre en Brasil por estos días.

El cambio en el escenario internacional a partir de la crisis económica global de 2008 está llevando a las siderúrgicas brasileñas a ampliar sus inversiones en la explotación minera, explicó la periodista Danielle Nogueira en el diario O Globo, de Río de Janeiro. 

Con planes de autoabastecimiento de materias primas hasta 2015, empresas como Usiminas, Gerdau y AcelorMittal están expandiendo sus minas en Brasil. 

Aún la CSN, que ya es autosuficiente, está reforzando inversiones en el área. Juntas, las 4 siderúrgicas destinarán más de US$ 12.000 millones en los próximos 5 años para la expansión de actividad minera. 

Por detrás de esa estrategia hay esfuerzos para recortar costos y buscar nuevas fuentes de ingresos. El resultado es una curiosa lucha competitiva con la Vale, tradicional proveedora de mineral de hierro en el país.

Esa inversión de papeles en la cadena productiva de acero comenzó como un movimiento defensivo. Con la crisis de 2008, tanto los precios del mineral de hierro como lo de los productos siderúrgicos cayeron en 2009 pero enseguida se recuperaron, y los ritmos de caída y de alta fueron bien diferenciados. 

En cuanto al precio promedio de la tonelada de mineral de hierro exportada por Brasil cayó 15% en 2009 y el precio promedio de la tonelada exportada de laminados (una clase de producto siderúrgico) cayó 38%. En 2010 la divergencia se repitió. El precio promedio de la tonelada de laminados, recuperó solo 13,7%.

Pero ¿qué explica niveles tan diferentes de reajustes de precios en la misma cadena productiva? 

En el caso de la explotación minera, la respuesta viene de China, que mantiene su apetito voraz por la materia prima. 

En el caso del acero, el retraimiento de las economías europeas y de la estadounidense, después de la crisis de 2008, llevó a la reducción del consumo de productos siderúrgicos. El resultado fue una sobreoferta que debe mantenerse hasta por lo menos 2012, dice la World Steel Association. 

Proyecciones de esa organización indican una capacidad instalada ociosa para este año de 532 millones de toneladas de acero, o sea 18 veces el volumen que debe ser consumido por Brasil durante el 2011.

Como el mineral de hiero –junto al carbón - representa cerca del 50% del costo del acero, las siderúrgicas quedaron arrinconadas y buscan suministro propio.  

Usiminas estaba de compras en 2008 y adquirió en una subasta una mina en Serra Azul (Minas Gerais). En 2010, atrajo a un socio internacional, la empresa japonesa Sumitomo, y creó la Mineração Usiminas. La meta para el 2015, para cuando pretende ser autosuficiente, es de 29 millones de toneladas, lo que demandará US$ 4.000 millones.